Para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el ministerio de Alberto Garzón "se está plegando a otros intereses" mientras se deja "indefensos" a los ciudadanos que tienen que hacer frente a las consecuencias económicas si deciden cancelar un viaje por la epidemia de coronavirus.

La OCU criticó ayer la nota de prensa difundida por el ministerio de Consumo sobre los derechos de aquellos cuyos viajes puedan verse afectados por el Covid-19. La postura del departamento de Garzón es "decepcionante" al no considerarse la amenaza del coronavirus "una causa de fuerza mayor que permita a los consumidores cancelar los viajes contratados sin afrontar las consecuencias económicas".

También desde Consubal, la organización de consumidores de Balears, se recordaba que de acuerdo a la legislación actual, aquellos que pretendieran anular sus vacaciones deberían afrontar las penalizaciones que figuren en los contratos, en caso de no tener un seguro que permitiera cambios o cancelaciones.

La OCU denuncia que el Ministerio se limite a "reproducir el contenido de la legislación", "sin afirmar de forma clara" que la situación actual constituye una circunstancia extraordinaria de fuerza mayor.

"La existencia del coronavirus no se somete a la voluntad de las partes y es externa al contrato, características determinantes de la fuerza mayor", sostiene la asociación nacional en un comunicado.

Miedo a quedarse aislado

Para la OCU "el miedo insuperable de los consumidores a contraer la enfermedad en sus viajes de ocio, o a quedarse aislados lejos de sus domicilios es una razón más que suficiente" para cancelar las reservas.

"No se trata de una cancelación voluntaria, como muchas agencias, hoteles y compañías aéreas quieren hacer creer, sino una decisión motivada por la presencia de la enfermedad y la incertidumbre sobre las consecuencias personales y económicas que pueda tener un contagio", sostiene la organización de defensa de los consumidores. Basta recordar los hechos recientes acaecidos tanto en el hotel de Tenerife como en el crucero Diamond Princess en aguas de Japón, que estuvieron sometidos a cuarentenas por el coronavirus.

Para la OCU es "una paradoja que a muchos consumidores se les prohíba viajar en las empresas en las que trabajan y, por el contrario, se vean obligados a cumplir sus contratos y realizar un viaje de ocio que en realidad no desean hacer, por perder en muchos casos la totalidad del dinero pagado por adelantado".

Por ejemplo, el Congreso de la Sociedad Española de Glaucoma, que se iba a celebrar hoy en el Palacio de Congresos de Palma, con unos 500 participantes, se ha suspendido por la recomendación de Sanidad de no congregar a profesionales sanitarios

La OCU aconseja que se guarde la documentación por si se llegasen a iniciar acciones legales.