Balears cerró el pasado mes de febrero alcanzando de nuevo cifras récord de empleo en esa época del año y con un incremento en el llamamiento de los trabajadores fijos-discontinuos especialmente intenso, reflejo del avance de la temporada turística. Pero la epidemia de coronavirus es una amenaza que puede poner en riesgo que esta tendencia se mantenga durante las próximas semanas, según reconoció ayer el conseller de Trabajo, Iago Negueruela. Por ello, el Govern va a realizar un especial seguimiento sobre la evolución del mercado laboral, ante la preocupación existente respecto a que este inicio del año positivo pueda verse frenado, especialmente por lo que a la citada incorporación de fijos -discontinuos se refiere. De momento, se opta por enviar un mensaje de tranquilidad.

El conseller señaló que la preocupación ante la evolución de la economía y el empleo de las islas se centra en el corto plazo, especialmente en el impacto que la epidemia pueda tener durante la Semana Santa, al considerar que los riesgos de cara al verano son muy inferiores. En cualquier caso, puso en valor la calidad de los servicios sanitarios de las islas, tanto públicos como privados, como factor que juega en favor de Balears como destino turístico.

Iago Negueruela subrayó el carácter positivo de los datos del mercado laboral del archipiélago en febrero, en unas fechas además en las que ya se conocía el alcance de la epidemia. Porque además de alcanzar una cifra récord de personas ocupadas en esa época del año, con 441.667 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone un incremento del 1,8% respecto a las mismas fechas de 2019, se da un fuerte llamamiento de los fijos-discontinuos, lo que refleja el avance en el inicio de la temporada turística.

Entre enero y febrero las empresas han llamado a 15.774 fijos-discontinuos para que se incorporaran a sus puestos. Esa cifra es la más alta alcanzada hasta ahora en ese periodo, y supone un aumento del 7,1% respecto a 2019, es un 54,3% más alta que la de 2015, y duplica la que se dio en 2010, prueba del avance que las islas han registrado en su desestacionalización.

A ello hay que sumar que el empleo a jornada completa e indefinido sigue creciendo, y baja el temporal y el de tiempo parcial.

En el caso del paro, los datos también son positivos, dado que tras cuatro meses creciendo, el desempleo ha vuelto a bajar respecto a las mismas fechas de 2019. La cifra de desocupados se ha situado en 57.565, un 1% menos que en el ejercicio anterior, aunque aparecen incrementos interanuales en la construcción (6,3%) y en la industria (1,7%).

Un aspecto que la Conselleria valora especialmente es que baja con mayor intensidad el paro de larga duración, con un recorte del 4,9%, al tiempo que aumentan las personas que están en el desempleo pero reciben alguna ayuda económica, que ya son el 61,2% del total.

Los que también expresaron preocupación fueron los empresarios. La presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas, reclamó cautela a los responsables políticos para que tengan en cuenta las dificultades que se dan en la actualidad para conseguir que crezcan la economía y el empleo, al tiempo que criticó las nuevas cargas fiscales que se quiere aplicar al transporte aéreo. Su homólogo en Pimem, Jordi Mora, reconoció que tiene pocas esperanzas de que los datos del empleo de los próximos meses sigan siendo positivos debido a "elementos externos".

Por su parte, desde los sindicatos UGT y CCOO se expresó su confianza en que el coronavirus no afecte a la temporada turística.