El inspector jefe de la policía judicial responsable de la investigación que concluyó con la requisa de los móviles de periodistas ordenados por el juez Miguel Florit ha asegurado que cuando incautaron los terminales "ya sabíamos quién era la fuente. "Nos dijeron que no querían revelar sus fuentes y lo que yo les dije es que la fuente ya era conocida", ha relatado también previamente el momento en que acudieron a la redacción de la agencia Europa Press.

Según ha explicado, ya existían indicios sobre los policías del grupo de blanqueo de que estaban filtrando información a los medios, como que uno de ellos "se echó a llorar" cuando se le advirtió que estaban investigando, y la requisa de los móviles sólo buscaba una evidencia "determinante": "Si en el móvil encontramos el compañero con una conversación de 'oye, te paso esto' ahí se depuran responsabilidades", ha explicado el agente, que ha negado que volcaran el contenido del móvil.

"Se obtuvo el listado y se ve a las personas que han llamado a los periodistas: él era el único que había llamado a Blanca Pou justo el día antes de que se publicara esa información", ha relatado previamente sobre el auto previo en el que se ordenó por parte del juez la intervención de los móviles.

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