Javier Arranz, médico especialista en enfermedades infecciosas que forma parte del comité autonómico que vigila esta alerta sanitaria, explicó ayer que en los hoteles de Mallorca no se actuará como se está haciendo en Canarias, donde en un establecimiento de Tenerife se mantiene aislados a cerca de un millar de turistas porque un italiano contagiado por el coronavirus también se aloja en él.

"En primer lugar, no tenemos nada claro que estén aislados", matizó Arranz que, en cualquier caso, señaló que el protocolo marca en estos casos un minucioso estudio de los contactos con la persona infectada.

"Con la colaboración de la propia dirección del hotel y de sus empleados haremos una labor detectivesca para saber con qué otras personas ha estado en contacto la persona contagiada y en el momento en que esta tenía síntomas de una enfermedad respiratoria", detalló el especialista.

Sin síntomas no hay contagio

De esta manera descartaba por el momento Arranz dar por ciertas algunas comunicaciones científicas que señalan que el coronavirus también puede ser trasmitido por personas asintomáticas. "No hay todavía evidencia científica de que esto sea así. Y por ahora se ha establecido que la mayor carga viral (y por tanto capacidad de trasmisión) es cuando el paciente tiene los síntomas", asentó.

Por tanto, en caso de darse un caso de coronavirus en algún hotel de las islas, tan solo se vigilará la evolución de los contactos más estrechos de la persona positiva y además en el momento en que esta se encontraba en la fase más aguda de la enfermedad, diferenció el médico especialista.

"Se mantendrá una vigilancia activa sobre estos contactos estrechos durante los 14 días preceptivos, pero no se aislará a nadie. Los contactos no estrechos con el positivo que estén asintomáticos podrán hacer vida normal e incluso regresar a su país", tranquilizó.

Desde el Govern también se enviaba ayer un mensaje de "calma y tranquilidad" tras reunirse con la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) para informar al sector turístico y trabajar juntos en caso de expansión de la enfermedad. En el encuentro participaron las directoras generales de Salud Pública y Turismo, Maria Antònia Font y Rosana Morillo, respectivamente, María José Aguiló (FEHM), Antoni Nicolau, jefe de Epidemiología, y el propio Javier Arranz.

Además, la OMS y la OMT emitieron un comunicado "para guiar la respuesta" del sector de viajes y el turismo ante el COVID-19. Se destaca que la cooperación internacional es vital para su contención. "La respuesta del turismo debe ser medida, coherente y proporcionada a la amenaza para la salud pública y debe basarse en una evolución del riesgo local", en sintonía con la OMS, se afirma. "Imponer restricciones a los viajes más allá de eso puede promover una interferencia innecesaria con el tráfico internacional y repercutir negativamente en el sector turístico", advierten.

Y desde la organización de la ITB de Berlín, que se celebra a partir del miércoles próximo, se avisaba ayer de que por indicación de las autoridades alemanas de salud los exhibidores deben firmar una declaración para identificar a posibles asistentes de riesgo por contactos con las áreas afectadas de China, Irán, Italia y Corea del Sur.