Cuatro de cada diez ciudadanos de estas islas que se encuentran al final de su vida y precisan de cuidados paliativos no los reciben, según consta en el programa de estas atenciones elaborado por la conselleria de Salud para el periodo 2019-2023. Según este informe, el último publicado, en el año 2016 "la población susceptible de recibir cuidados paliativos (...) osciló entre 3.057 y 7.120 personas (criterios de mínimos y máximos). De las 3.057 personas de mínimos (Salud opta por acogerse a la horquilla más baja y más favorable a sus intereses), 2.080 fallecieron por un proceso oncológico y las 977 lo hicieron por una enfermedad de otro tipo.
En ese año, la sanidad pública balear facilitó cuidados paliativos a 1.485 pacientes oncológicos y 401 no oncológicos lo que supuso, entre ambos, una tasa estimada de cobertura del 61,7%.
Ahora que acaban de comenzar los trámites para promulgar una ley que regule la eutanasia en este país, Joan Santamaría, responsable de la unidad de Medicina Paliativa del hospital General, pese a que se muestra a favor de esta regulación "para las personas que están mal y sufren mucho", subraya que antes habría que garantizar el acceso universal a los cuidados paliativos.
"Muy pocos pacientes pedirán la eutanasia porque, en términos generales, las personas no quieren morir. Cuando puedes paliar o solucionar sus problemas, la tendencia es querer vivir", señala admitiendo que en su larga carrera sí ha habido algunos pacientes que le han pedido morir, por lo que se muestra a favor de una ley que rellene este vacío.
Carencias hospitalarias
"Hay recursos sanitarios sin unidades de paliativos", denuncia este profesional citando en primer lugar a Son Espases, centro al que pertenece administrativamente La Sang. "Aunque nosotros somos su referente de paliativos, Son Espases tiene 800 camas (frente a las 100 del General) y sería deseable que tuvieran una unidad para formar y sensibilizar al resto de los especialistas, una demanda que al parecer ha sido escuchada", se congratula.
"Para que sean conscientes de que llega un momento en que al paciente no se le puede seguir dando una asistencia especializada. Que comprendan que para mejorar su atención antes hay que identificarlos", argumenta este profesional lamentando que tan solo el hospital de Manacor disponga de un médico y una enfermera de paliativos entre todos los hospitales de Mallorca.
El internista revela que en su unidad se atiende a pacientes que precisan ser hospitalizados por situaciones paliativas complicadas, para mitigar dolores de muy difícil manejo. Un 90% de ellos tienen cáncer y, a partes iguales, la mitad de ellos han sido derivados desde los servicios de atención domiciliaria de Atención Primaria (ESAD) y la otra mitad desde Son Espases.
"Sabemos que son enfermos que no van a mejorar. El objetivo con ellos va a ser por tanto que ganen calidad de vida, que no tengan dolor, que descansen bien, que puedan estar en casa con su familia...", explica el profesional una tarea que define como multidisciplinar ya que en ella también participan psicólogos para mejorar el estado mental de estos pacientes y trabajadores sociales que facilitan la consecución de recursos y ayudas públicas, el reconocimiento de grados de dependencia, etcétera.
La situación actual de estos colectivos se torna cada vez más precaria, detalla el jefe de la unidad: "Cada vez son personas más mayores, con una situación familiar más atomizada, esto es, que vive solos o con más dificultades para mantenerse. No comen lo que toca, no pueden valerse por sí mismos para salir a pasear... Valoramos todos estos aspectos, no solo pensamos en paliar su dolor físico", concluye.
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