Guillermo Esteban tiene 25 años y en el mundo de la música se le conoce como Grilex. Es cantante de rap, pero es un músico diferente, ya que su música está inspirada en el evangelio. Ayer realizó una actuación en el colegio Madre Alberta de Palma, que fue presenciada por unos 900 alumnos de distintos centros, tanto públicos, como concertados. Pero además de cantar, también respondió a las preguntas que le formularon los alumnos.

Grilex tenía solo siete años cuando escuchó una canción de rap, pero hasta diez años más tarde no compuso su primera letra. Lo hizo como reacción a la enfermedad de su hermano. Eran textos agresivos, que denotaban su estado de ánimo. "Me dejé llevar por el orgullo". Pero esta agresividad, de pronto cambió. "Dios me tiró del caballo. Me dijo que con el don que tenía para componer letras, por qué hacía esa basura de canciones".

El joven músico encontró consuelo en la iglesia y a partir de ese momento utiliza los textos del evangelio para inspirar la composición de sus letras. "Ahora compongo canciones de esperanza, de amor, que busquen la luz".

En determinados círculos, Grilex es un líder. Miles de personas escuchan sus canciones y se ha convertido en un ídolo para una parte de la juventud. "No se puede expresar cómo me siento cuando una persona me escribe y me dice que gracias a mis letras no se había suicidado. También asumo una gran responsabilidad cuando me escriben muchas madres pidiendo que ayude a sus hijos a encontrar el camino".

Grilex, antes de enfrentarse al numeroso público del colegio Madre Alberta, quiso pasar por la capilla. Afirma que este cambio de actitud, que después se refleja en sus letras, lo encontró en la confesión. Fue un proceso largo, que duró meses, pero que le llevó, según detalla, "a encontrar la paz. Fue una reubicación del camino", detalla el músico, que afirma que sus letras no solo van dirigidas hacia los creyentes, sino también a los agnósticos. "Evangelizar a los cristianos es fácil, lo difícil es hacer llegar el mensaje de mis canciones a los que no profesan la religión".

Ayer fue la primera actuación del cantante en Mallorca, pero en varias semanas tiene otro concierto en Palma. Al mismo tiempo, está ultimando la salida de su próxima canción, que es un intento de cubrir los vacíos que representa la fe. Tiene muy claro que no volverá al rap agresivo y, aunque tampoco descarta implicarse en otros estilos musicales, se siente muy a gusto con el estilo que está desarrollando. "Mis canciones hablan de esperanza y de amor".

Esta actuación musical fue organizada por la delegada de ensenyament del Bisbat de Mallorca. Según explicó su coordinadora, Roser Sabiote, se buscó a este artista porque era la persona la persona ideal para explicar a los alumnos la conversión que sufrió en su infancia y pasó de ser un cantante que componía canciones agresivas, a componer música que se apoyaba en los valores del evangelio. Anunció que Grilex volverá a actuar el próximo día 7 y que lo hará en la Seu, en un concierto que contará con la presencia del obispo Taltavull.

Por su parte, la hermana Virtudes, coordinadora de la pastoral del colegio Madre Alberta, calificó ayer de "regalo de Dios" la presencia del músico en el centro escolar. La religiosa conocía las canciones del artista y resaltó la dificultad que ha representado que pudiera actuar en el colegio. Explicó que Madre Alberta ha cedido sus instalaciones en apoyo de este tipo de iniciativas, sobre todo con la presencia de un chico joven que representa "a una persona auténtica, que tiene un mensaje claro que llega con más facilidad a los chicos". Además resaltó que el artista utilizara el evangelio como inspiración. "Intenta llegar a Dios a través de la música", destacó.