La plana mayor socialista no quiso perderse la toma de posesión de Aina Calvo. El armengolismo arropó a la nueva delegada del Gobierno, pese a que todo el mundo sabe que la exalcaldesa de Palma no es del sector armengolista en el partido socialista isleño.

Los saludos entre Calvo y Armengol fueron cordiales, no llegaron en ningún momento a efusivos, y ambas líderes de calado del socialismo mallorquín se guardaron las distancias. No en vano, Calvo se enfrentó a la hoy presidenta del Govern para hacerse con el mando del PSIB-PSOE.

No obstante, el aparato armengolista tocó a arrebato para estar ayer en la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno. Querían demostrar que no hay ni la más mínima fisura en el PSIB-PSOE. Por este motivo, además de Francina Armengol, estuvo presente la presidenta del Consell, Catalina Cladera; los consellers del Govern Martí March, Rosario Sánchez y Patricia Gómez; el senador Cosme Bonet, el presidente del Parlament, Vicenç Thomas, además de muchos otros cargos socialistas. Mención a parte para el alcalde de Palma, José Hila, y gran parte de sus concejales, ya que estos sí son más afines a Calvo que a Armengol. Tampoco faltaron la casi totalidad de alcaldes socialistas, como es el caso del de Calvià, Alfonso Rodríguez; el de Marratxí, Miquel Cabot, o el de Artà, Manolo Galán.

La asistencia de cargos de los socios socialistas en el Pacto fue más bien escasa. De Més estuvo presente el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir y el senador autonómico Vicenç Vidal. De Podemos se pudo ver a la vicepresidenta del Consell, Aurora Ribot y el diputado y secretario de organización, Alejandro López.

Como es habitual en este tipo de actos de toma de posesión de un cargo socialista, del PP tampoco hicieron acto de presencia muchos de sus representantes. Sí estuvo la senadora y exdelegada del Gobierno María Salom y el diputado popular en el Parlament Sabastià Sagreras, entre otros.