Un hospital de Madrid acaba de obtener un corazón de un donante en parada cardiorrespiratoria (asistolia) gracias a una oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO por sus siglas en inglés) que no es otra cosa que una máquina que proporciona al donante un soporte artificial y temporal de su sistema respiratorio y/o cardiovascular.
Son Espases cuenta en la actualidad con dos de estos aparatos, uno para uso del servicio de cirugía cardiaca y otro para la coordinación de trasplantes. Su responsable, el doctor Julio Velasco, que revela que hasta el momento ha sido usado con 8 donantes en asistolia de los que se obtuvieron 8 hígados, 16 riñones y 2 pulmones, ve en estos momentos muy prematuro su uso en el centro de referencia de Balears para obtener corazones de pacientes en parada cardiorrespiratoria. "Los donantes que pueden ser sometidos a esta técnica han de ser muy jóvenes y sin antecedentes cardiacos. En definitiva, pacientes muy seleccionados", condiciona.
"Los avances serán cada vez más importantes, todos los procedimientos irán mejorando", augura el intensivista antes de revelar que, cuando aún no se han cumplido los cuatro años (comenzó en junio de 2016) de la puesta en marcha de la donación en asistolia en este país, el porcentaje de donantes en esta situación (parada cardiorrespiratoria) ya supera el tercio del total (35%).
Respecto al uso de la ECMO con 8 donantes en Son Espases, Velasco detalla que se trata de "un procedimiento complicado" que también se acomete con pacientes jóvenes siempre y cuando se quiera obtener de ellos el hígado ya que para conseguir los riñones se bastan y sobran los urólogos de Son Espases que han adquirido amplia experiencia en estas intervenciones a lo largo de los años, recalca el también jefe de la UCI del hospital de referencia.
Cinco minutos sin latidos
Por ello, para obtener los órganos con esta técnica, Son Espases recibe el apoyo de un equipo de ECMO móvil procedente de Cataluña (del Clínic, Bellvitge y Vall d'Hebron) que se desplaza a las islas para supervisar el proceso. "Tenemos que avisarles con 24 horas de antelación. Una vez que el paciente ha hecho parada cardiaca se le mantiene así durante cinco minutos, periodo establecido por ley para certificar su muerte, antes de conectarle a la máquina que hace circular sangre oxigenada a nivel hepático y renal para evitar que se deterioren los órganos", explica el doctor Velasco.
El paciente, una vez ha permanecido los estipulados cinco minutos en parada cardiaca, ha de permanecer entre una y dos horas conectado a la ECMO con el fin de recuperar la función hepática antes de proceder a extraer en primer lugar ese órgano y seguidamente continuar con los riñones, detalla el coordinador de trasplantes que adelanta que "pronto seremos autosuficientes" del tutelaje catalán en el uso de la ECMO.
64 donantes en asistolia
Desde que se puso en marcha el programa de donación en asistolia (junio de 2016), en las islas se han captado a 64 donantes en esta situación, cuatro de ellos en lo que llevamos de año, pormenoriza el intensivista que añade que de ellos se han obtenido un total de 126 riñones que han permitido un total de 95 trasplantes renales en las islas.
Los posibles donantes en muerte encefálica están bajando, entre otras causas, como consecuencia de la menor siniestralidad en carretera, por lo que Velasco anima a todos los agentes implicados en estos complejos procesos a cambiar la mentalidad.
Por ello anima tanto a los hospitales públicos como privados a remitirles pacientes en parada cardiorrespiratoria para que puedan proceder a limitar el esfuerzo terapéutico en quirófano. "Ya nos los están enviando. Desde la puesta en marcha del programa, 18 de los 64 donantes captados en asistolia nos han sido derivados por los hospitales de Son Llàtzer, Inca y Son LlàtzerIncaManacor, concluye el coordinador animando a la sanidad privada a contribuir más a esta causa.
Dos estados
Donación en muerte encefálica
Una persona potencialmente donante de órganos en muerte encefálica padece una lesión neurológica catastrófica que suele venir ocasionada por un traumatismo craneoencefálico a consecuencia de una caída o un accidente de tráfico o por una hemorragia cerebral masiva tras un ictus. "El paciente evoluciona a muerte encefálica ya que padece una lesión cerebral irreversible. Se le hace un diagnóstico clínico en la UCI, estando conectado a las máquinas, y luego confirmamos con un electroencefalograma que no hay actividad cerebral, que esa persona está legalmente muerta. Antes de desconectarla, pedimos a sus familiares los órganos", explica Velasco el procedimiento habitual.
Donación en parada cardiorrespiratoria
El especialista explica que una persona candidata a ser donante en asistolia parte, generalmente, de una lesión neurológica con un pronóstico muy malo. "Suelen quedar en coma profundo y pasan muchos días en esa situación sin evolucionar a muerte encefálica. En esos momentos le proponemos a la familia una limitación terapéutica con todas las medidas de confort necesarias de manera que el paciente no sufra dolor alguno", detalla Velasco. El siguiente paso es la limitación terapéutica en quirófano de manera que, tras los cinco minutos de parada cardiorrespiratoria obligatorios, los especialistas puedan proceder a aprovechar sus órganos para dar vida a otras personas.
Las claves
Uso de ECMO
Se usó la oxigenación por membrana extracorpórea con 8 pacientes en asistolia de los que se quería obtener sus hígados y para lo que fue necesario recuperar su función tras la parada cardiaca.
Tutelaje
Para realizar este proceso los sanitarios de Son Espases precisan aún del tutelaje de un equipo de ECMO móvil catalán. "Pronto seremos autosuficientes", promete Velasco.
64 donantes-95 trasplantes
Desde junio de 2016 hasta hoy se ha captado a 64 donantes en asistolia que han posibilitado 95 trasplantes.
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