Otro frente más contra los proyectos de ampliación de Son Sant Joan. Para el Laboratorio Interdisciplinar sobre Cambio Climático (LINCC) de la Universitat de les Illes Balears (UIBresulta "totalmente incompresible" que Aena anuncie la ampliación del aeropuerto en un contexto de emergencia climática. Por ello, ayer pidió la retirada definitiva de los planes de Aena.

La institución, que representa a más de sesenta científicos, se opone y rechaza un proyecto que contribuirá a agravar más la crisis climática y que es totalmente contrario a lo que la ciencia indica que se ha de hacer para frenarla. Además, también se contradice con los compromisos adquiridos por España y los objetivos marcados tanto por el Estado como por el Govern o el Consell de Mallorca. Los expertos piden a las autoridades competentes, entre ellas el ministerio de Transportes, que no concedan los permisos necesarios para crecer en vuelos y número de pasajeros en la infraestructura mallorquina.

Los científicos repasan las cifras de Aena, que pretende con las obras de ampliación de Son Sant Joan que en el año 2025 la isla reciba más de 33,8 millones de pasajeros anuales, cuatro millones más de los que se registraron el año pasado.

Rechazan el aumento de 30.000 vuelos, al pasar de 217.200 a 247.000, lo que supone un 13,8% más que las cifras actuales del tráfico aéreo. También destacan que según la capacidad aeroportuaria de Son Sant Joan se podría incluso llegar a 50 millones de pasajeros, con un movimiento anual de aeronaves de 431.000 operaciones, en el caso de que se ejecute el desarrollo máximo previsto por el Plan Director del aeropuerto, que data de 2001, con el desplazamiento hacia el este de la pista 06R-24L.

Éxito de campaña masiva

Por otro lado, la Plataforma contra la Ampliación del Aeropuerto difundió ayer que en tan solo un día desde que inició su campaña de alegaciones masivas contra los planes de Aena ya han logrado superar la cifra de 560. Y todavía quedan dos semanas de plazo para presentarlas.

El LINCC recuerda un informe publicado en 2019 por esta institución sobre la situación de las islas ante la emergencia climática. Además de llamar a reducir la presión humana por el turismo en el archipiélago, subrayaban la prioridad de plantear al Estado la reducción de las emisiones ligadas a los vuelos y priorizar su carácter de servicio público "sobre el puramente recreativo". Esto porque el consumo de energía ligado al transporte en las islas supone cerca de un 30%.