La dimisión de Jaume FontJaume Font de la presidencia de El Pi amenaza con ser sólo el principio de la tormenta que se avecina sobre el partido regionalista. Con la renuncia de Font todavía por formalizarse han empezado ya las primeras maniobras para frenar a los, a priori, vencedores del pulso de estos meses. Cerca de una decena de juntas locales del partido ya se están movilizando para evitar que el otro líder del partido, Josep Melià, controle ahora el relevo de Font.
La junta de Sant Llorenç fue la primera ayer en mover ficha, pronunciándose públicamente. “Esta junta considera que, ante los acontecimientos y para conseguir la renovación que necesita El Pi, debemos exigir la dimisión de la ejecutiva del partido así como la convocatoria de un congreso urgente”, manifestó ayer esta agrupación, apuntando a los miembros que permanecen en la cúpula, como son la vicepresidenta del partido y número uno en el Consell, Xisca Mora, o el secretario general y cofundador, Josep Melià.
“Falta que reconozcan errores algunos miembros del partido que hasta ahora han creado una división interna”, denuncian: “Son demasiados los pasos que se han dado hasta ahora como para no reaccionar”, defiende la junta local presidida por Nofre García, que quiso transmitir públicamente su agradecimiento a Jaume Font.
Melià revela un pacto en el Consell
Según fuentes de la formación, cerca de una decena de agrupaciones se están movilizando para secundar esta exigencia, bajo la que subyace un intento de evitar que Josep Melià controle el relevo de Font. Sin congreso extraordinario, sería la vicepresidenta del partido, Xisca Mora, quien asumiría la presidencia de la formación y quien debería convocar el próximo congreso, una posición desde la que los críticos con la dirección o próximos a Font entienden que se condicionaría el cónclave.
El comunicado de la junta de Sant Llorenç fue secundado ayer mismo ante los micros de IB3 por el alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert. Según fuentes de la formación, otras cinco agrupaciones locales planearían sumarse a este movimiento en los próximos días.
Con el partido atravesando la peor crisis en sus ocho años, Melià, por su parte, dejó ayer en el aire en varias entrevistas radiofónicas quién será el futuro presidente después de la anunciada dimisión de Font. Melià aseguró no tener por ahora ningún candidato y rechazó dar por hecho que Mora sea el relevo del pobler.
Melià limitó las desavenencias con Font a “discrepancias de estrategia” alrededor de si “explorar entrar a gobernar con PSOE, Més y Podemos en el Consell”, una propuesta que atribuyó a Font y a la que, relató, “se opuso la mayoría del partido” por el compromiso de no pactar ni con Vox ni con Podemos.
