Balears ha sido el segundo destino español de turismo de cruceros en 2019, con 2.656.443 personas, un 9,3 % más que el año anterior; y el primero en barcos, con 818, aunque la cifra supone un descenso del 4,9 % respecto a 2018.

El puerto de Barcelona se afianza como primer destino de los cruceristas que llegan a España pese al bache que experimentó en octubre, coincidiendo con los altercados por la sentencia del procés, que provocaron el desvío de barcos a otros puertos.

Las cifras de Puertos del Estado reflejan que en 2019 arribaron a España 4.250 cruceros, un 2,55 % menos que en 2018, pero el pasaje aumentó un 4,8 %, hasta 10,66 millones de personas.

En el caso del puerto de Barcelona, en 2019 recibió un total de 3,142 millones de cruceristas, un 3,3 % más que en 2018, aunque por número de barcos ocupa la segunda posición (829 en 2018 y 800 en 2019) por detrás de Baleares. En el conjunto de 2019, tras Barcelona la segunda posición por número de turistas en cruceros la ocupó Baleares, con 2,656 millones de personas, un 9,3 % más que en 2018, en 818 barcos, que es un 4,9 % menos que en el año anterior pero sigue en el primer puesto.

Por otro lado, el consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, exigió ayer al Ministerio de Fomento que actúe contra los "efectos secundarios" que ha generado el descuento del 75% para residentes canarios en los billetes aéreos dado que los precios subieron de media el año pasado un 24%.

En una comparecencia parlamentaria para dar cuenta de la cumbre de transportes organizada junto a Balears, Ceuta y Melilla, avanzó que el 10 de marzo se reunirá con representantes de Aena y a lo largo del mes con el propio ministro, José Luis Ábalos, para trasladarles las conclusiones del encuentro y solicitar la creación de una "mesa permanente" de trabajo. Franquis apuntó que Canarias va a defender que se apliquen los mismos criterios que operan en el mercado interinsular, donde la subida de precios solo ha sido del 0,8% con el mismo descuento, dejando claro que "nadie discute" que la herramienta sea positiva.