La compraventa de viviendas ha caído en Balears casi un 11% durante el último año. Solo una comunidad autónoma supera este desplome, al registrarse en Canarias un descenso del 14%, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta reducción balear es especialmente intensa en el caso de los inmuebles de segunda mano, que son los que protagonizan la mayor parte de las operaciones de cambio de propiedad que se registran actualmente en el archipiélago. Desde el sector se apuntan varios factores a la hora de explicar este frenazo en el mercado inmobiliario, entre los que se destacan la escasez de producto en oferta y los altos precios que se han alcanzado, a lo que se está sumando una creciente inseguridad de las familias frente a la situación económica.

El alcance del descenso balear se refleja en que durante el pasado ejercicio la compraventa de viviendas se redujo en el conjunto de España por primera vez durante los últimos años, pero a un ritmo del 3,3%, notablemente inferior al que se ha dado en las islas. En Madrid, Cataluña y el País Vasco, donde los precios inmobiliarios son también muy altos, los recortes han sido del 7,5%, del 2,4% y del 3,3%, por este orden.

Las cifras son significativas: durante 2019 se compraron en el archipiélago 13.951 viviendas, muy por debajo de las 15.665 del ejercicio anterior, con la correspondiente bajada del 10,9%.

En este momento el producto con mayor peso en el mercado balear es el de las residencias de segunda mano, de las que se compraron 11.389 durante el año pasado, con un apreciable recorte en relación a las 12.964 de 2018, cifrado en un 12,1%.

En el caso de la vivienda de nueva edificación, se adquirieron durante 2019 un total de 2.562, también por debajo de las 2.701 contabilizadas doce meses atrás, aunque en este caso la reducción es más moderada, de un 5,1%.

En este caso, hay que recordar que la cifra de inmuebles nuevos se mantiene en estos niveles más reducidos debido al limitado número de promociones que se ponen en marcha a causa de la escasez de suelo disponible en los municipios en los que se concentra la demanda y a su elevado valor.

Un dato adicional: las residencias adquiridas por extranjeros durante el año pasado en las islas supusieron el 35,1% del total, la tasa más alta del país, según los Registradores de España, aunque desde el sector inmobiliario se apunta a que se está reduciendo.

Causas del recorte

Cuando se plantean entre las empresas vinculadas al mercado residencial las causas de esta reducción, se apunta la escasez de producto en el mercado, su elevado precio ayudado también por esa falta de competencia, y la creciente inseguridad de las familias ante la situación económica. Pero el elemento que se destaca es ese precio y los problemas para financiar la compra.

Para acceder a la hipoteca de una vivienda de 200.000 euros hay que disponer de una entrada de 60.000. Si el precio del inmueble llega a los 300.000, el dinero necesario alcanza los 90.000 euros. ¿Qué familia, especialmente si es joven, dispone de ese colchón de ahorro? La reflexión parte del presidente de la asociación de promotores de Balears, Luis Martín, pero es apuntada también por su homóloga en el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, Natalia Bueno. En ambos casos se señala esta cuestión como una de las principales causas que explican la caída en la compra de residencias. Con una advertencia adicional: esta evolución a la baja se va a mantener durante 2020.

El descenso en la adquisición de viviendas en Balears, especialmente intenso en el caso de la segunda mano, se refleja también en el número de hipotecas concedidas en las islas por la banca durante los once primeros meses del pasado año. En ese periodo se ha alcanzado la cifra de 9.443, cuando durante ese mismo periodo de 2018 se había llegado a las 9.912, según los datos del INE. El descenso registrado es de un 4,7%.

Por lo que respecta al valor de estos préstamos, entre enero y noviembre de 2019 alcanzó los 1.616 millones de euros. En ese mismo plazo de 2018 había sido de 1.707 millones. La bajada es de un 5,3%. La reducción del valor es algo más acentuada que la del número de créditos porque en las islas está ganando posiciones la vivienda plurifamiliar frente a la unifamiliar, siendo la primera más barata.

Esta evolución a la baja, según ambos representantes inmobiliarios y los economistas consultados, se explica porque Balears ha entrado en un “ciclo inmobiliario muy maduro”, con viviendas muy caras y además con una oferta escasa que limita la competencia.

El banco cubre con su préstamos hasta el 80% del valor del inmueble. El 20% restante debe de aportarlo el comprador, a lo que se suma un 10% de gastos de tramitación. Eso supone que se necesita disponer, de entrada, en torno a un 30% del precio de la residencia, que difícilmente baja de los 200.000 o los 300.000 euros en las zonas con mayor demanda.

El plan para abaratar los inmuebles se presenta el lunes

El plan diseñado por la conselleria de Vivienda que lidera Marc Pons para intentar sacar al mercado residencias a precio más asequible ya está concluido y será presentado el próximo lunes en la mesa sectorial de la que forman parte promotores, constructores y diferentes asociaciones. La reunión se celebrará en el centro Francesc Quetglas. La presentación de estas medidas se producirá después de que Pons y su equipo hayan mantenido reuniones con todos los sectores, con peticiones por parte de los empresarios para que se aporte suelo más asequible, se permita edificar viviendas más pequeñas y se agilicen los trámites para las nuevas residencias de protección oficial o a precio tasado.