Joan Font, el que fuera diputado autonómico del PP, ha sido declarado culpable de un delito de coacciones por el incidente que protagonizó con los integrantes de la Assemblea Sobiranista de Mallorca. El expolítico y hoy activista social ha sido sentenciado a un año de prisión, según ha dictado el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, que entiende que no cometió un delito contra los derechos fundamentales y daños, como solicitaba la acusación. Además de la privación de libertad, Font tendrá que abonar los 233 euros que costaron los daños que ocasionó.

Este incidente ocurrió el día 7 de octubre del año 2017. En esa fecha se organizó una manifestación en Palma a favor de la unidad de España y en solidaridad con la Policía y la Guardia Civil, a raíz de los incidentes que se habían producido en Cataluña.

La manifestación, celebrada en sábado, pasó por delante del tenderete que cada semana, con autorización, montan los independentistas al inicio de la calle Sant Miquel de Palma.

La Audiencia, tal como demostraban los vídeos que se vieron en el juicio, confirma el enfrentamiento que se generó entre los que apoyaban el mensaje de la manifestación y los integrantes de la Assemblea Sobiranista. Una de las personas que intervino en este cruce de palabras fue Joan Font que, según expresó en su defensa, intentó que no se generara ningún acto de violencia, porque los ánimos estaban muy caldeados. Por ello, instó a los independentistas a que desmontaran el tenderete y se marcharan. La sentencia interpreta que este enfrentamiento se produjo "entre dos grupos de signo ideológico antitético", cuando ambos ejercían "sus legítimos derechos fundamentales".

El tribunal cuestiona que al tratar Font de que los soberanistas se marcharan, lo que hizo fue atentar contra el derecho de expresión que amparaba a los independentistas.

Pero además de pedirles que se marcharan, el portavoz de la Fundación Jaume III entró en el tenderete y derribó la mesa, una pancarta y la carpa. Los jueces consideran que este acto de violencia constituye un delito de coacciones, pero no atentó contra los derechos fundamentales.

Perdió los nervios

Joan Font manifestó en el juicio que actuó a título personal y no en representación de ningún grupo. Dijo que su inicial intención fue, precisamente, evitar que se produjera algún altercado, ya que hubo algunos cruces de insultos. Sin embargo, en un momento determinado perdió los nervios. Entró en el tenderete, derribó una silla y la carpa. Su violenta acción fue grabada por varios testigos del incidente.

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