Steve Walsh, el súpercontagiador del caso de coronavirus que ha llegado a Mallorca, ha hablado por primera vez. Los medios británicos han reconstruido sus pasos. El británico, un hombre de negocios que se contagió en Singapur, adonde asistió a una conferencia de ventas de su compañía hace tres semanas, ha explicado que ya se ha recuperado y que no deja de pensar en los otros pacientes que han contraído el virus.

El hombre, de mediana edad, viajó a Singapur, cuando todavía no se había acelerado la pandemia. La conferencia la había organizado su compañía, Servomex. El encuentro se celebró en el hotel Gran Hyatt, donde la noche cuesta alrededor de 1.200 euros. Allí estuvo entre el 20 y el 22 de enero. Era uno más entre 94 delegados, de un total de 109, que llegaron del extranjero. Entre ellos estaba uno procedente de Wuhan, el centro de la epidemia.

Desde Singapur, Walsh viajó a la estación de esquí francesa de Les Contamines-Montjoie, cerca de Mont Blanc. Allí permaneció con su familia entre el 24 y el 28 de enero. Después viajó de regreso al Reino Unido, en un vuelo lleno de easyJet desde Ginebra al aeropuerto londinense Gatwick.

No sabía que estaba infectado, regresó a su casa y la noche del 1 de febrero estuvo en el pub local The Grenadier, en Hove, en East Sussex . Hasta que no le informaron los organizadores de la conferencia en Singapur que otro delegado de ventas había contraído el virus, no alerto a las autoridades de salud públicas.

Al igual que se está haciendo con el paciente británico contagiado que reside en Mallorca, se procedió a identificar a las personas a las que había contactado Steve Walsh, entre ellos cinco trabajadores del pub donde estuvo. El domingo, la ministra francesa de Salud, Agnès Buzyn, informó de que cinco ciudadanos británicos, incluida una niña de nueva años, habían dado positivo. Estuvieron en un chalet en Les Contamines-Montjoie, donde había estado Walsh. Otros seis británicos estaban en observación en hospitales franceses, y dos escuelas se habían cerrado por precaución.

El domingo, se ligaron más casos de contagio a Walsh, entre ellos el del británico que vive en Mallorca, que había estado en Les Contamines-Montjoie con su familia hasta el 29 de enero.

Walsh, de Hove, que trabaja en el negocio del gas, ha comentado que todavía se encuentra en el hospital en cuarentena, en St Thomas, en Londres. Habría contagiado a otras once personas en la estación de esquí francesa donde se infectó el británico que reside en Marratxí. Otros cinco pacientes se contagiaron en el Reino Unido y cinco más en Francia.

Dos de los nuevos casos en el Reino Unido serían médicos de cabecera, uno de ellos trabajaría en el centro médico County Oaken, en Brighton, que se cerró de forma temporal el lunes, tras detectarse un caso positivo. Mientras se está tratando de localizar a los pacientes que pueden haberse infectado.

Steve Walsh ha contado que se puso en contacto con su médico de cabecera y los servicios de emergencia cuando supo que había estado en contacto con una persona que había contraído el coronavirus. En cuanto se confirmó su caso, le aconsejaron que fuera a la unidad de aislamiento del hospital, a pesar de no presentar síntomas y por precaución también a su familia se le pidió que se aislara.

Dice estar agradecido a sus amigos, su familia y sus compañeros, y pide a los medios de comunicación que se respete su privacidad.

Servomex, la compañía para la que trabaja, ha comentado a través de un portavoz que tanto a Walsh como a su familia les están brindando su apoyo y que trabajan con el servicio nacional de salud para asegurarse de la seguridad de sus empleados y la ciudadanía. Además, están extremando las medidas preventivas, además de seguir medidas restrictivas de viaje y de aislamiento para los trabajadores que fueron a la conferencia de Singapu: más de un centenar de personas que también pueden convertirse en supercontagiadores.