El presidente y portavoz de El Pi, Jaume Font, dimitó ayer por sorpresa durante la reunión de la junta ejecutiva del partido. El histórico político de sa Pobla dio la sorpresa a sus compañeros al anunciar que dejaba la presidencia del partido, pero en ningún momento habló de abandonar su escaño en el Parlament. Font, tras anunciar su dimisión, abandonó la reunión del partido y dejó en estado de shock a sus compañeros que continuaron debatiendo la situación.

Los resultados electorales de mayo de 2019 no fueron los esperados para los regionalistas y se abrió una crisis entre los dos sectores del partido. Uno liderado por el también diputado Josep Melià y el otro por Font. Una crisis que llevan casi un año intentando solucionar con mediación externa, pero que al final se ha cobrado la figura del fundador del partido regionalista y cara visible de la formación.

Uno de los principales motivos de esta crisis fue la lectura de los resultados electorales. Desde los postulados de Melià se creía que debían apostar más por el nacionalismo, mientras que Font apostaba por una estrategia más moderada, especialmente con lo concerniente a Cataluña.

Lo cierto es que en El Pi confiaron en que sus escaños serían claves para la gobernabilidad en alguna de las principales instituciones de las islas y no lo consiguieron. Ello provocó la crisis de identidad ente las dos corrientes regionalistas con enfrentamientos que se han producido a lo largo de los últimos meses.

Font dará explicaciones sobre los motivos de su dimisión mañana por la tarde en rueda de prensa. Ayer no quiso hacer declaraciones y se limitó a publicar un mensaje en su cuenta de Twitter: "Hoy he comunicado a la Ejecutiva de El Pi mi firme voluntad de dimitir como presidente de la formación. Una decisión dolorosa, pero muy meditada. Gracias, compañeros y compañeras, por todos estos años de buen trabajo. Ha sido un honor servir a los ciudadanos de Baleares a vuestro lado".

Estas fueron sus únicas explicaciones. Durante su discurso ante sus compañeros se limitó a señalar que en las próximas semanas convocaría una reunión del Consell General de la formación donde él formalizará su dimisión como presidente. En ningún momento declaró si también piensa dejar su acta de diputado en el Parlament y, por consiguiente, su puesto de portavoz parlamentario. Todo ello será aclarado este miércoles por Font en una rueda de prensa esperada en los ambientes políticos de las islas.

El camino desde el PP

Jaume Font abandonó el PP en 2010, tras un fuerte enfrentamiento con el entonces presidente popular José Ramón Bauzá. Fundó La Liga Regionalista que no pudo alcanzar escaño en 2011. Lo mismo le ocurrió a Josep Melià, que tras abandonar la extinguida Unió Mallorquina fundó Convergència Balear y tampoco consiguió representación.

En las elecciones de 2015 las formaciones de Font y de Melià se fusionaron y crearon El Pi. Ficharon al exalcade de Manacor, Antoni Pastor, que también había salido rebotado del PP de Bauzá. Consiguieron tres escaños en el Parlament y tres en el Consell, así como numerosas alcaldías. Sin embargo en 2019 perdieron votos, pese a conservar los escaños, y se desató la crisis de identidad.