El barómetro del CIS correspondiente al mes de enero supone un espaldarazo para el PSOE balear, la recuperación de Podemos y un jarro de agua fría para el PP. En el apartado de "voto más simpatía", la mejor aproximación para efectuar una proyección de escaños, los socialistas alcanzan un 25,8 de los encuestados, el partido de Pablo Iglesias se mueve en un 10,6 y los populares quedan confinados en la tercera plaza, con un 9,1.

El abismo entre el PSOE balear y sus adversarios se mantiene en estos márgenes, al considerar únicamente el voto decidido. Las encuestas realizadas durante la investidura de Pedro Sánchez suponen un vuelco en el actual reparto equilibrado de escaños, con un cuádruple empate a dos entre PSOE, PP, Podemos y Vox por este orden. La evaluación mensual de Tezanos dispararía a los socialistas a cinco escaños de los ocho en disputa. Supone el mayor marcador no solo materializado, sino jamás asignado en un sondeo previo a este partido.

Los mejores resultados recientes del PSOE corresponden al empate a cuatro con el PP en las segundas elecciones de Zapatero en 2008. Con el descalabro del bipartidismo, el cuarteto parecía una marca utópica, pero ahora la corona con creces. Para percibir la brecha que han abierto los socialistas, Podemos se quedaría en segunda posición con sus dos escaños actuales, pero el PP se plantaría en un solo asiento. No solo es su peor dato histórico, sino una atribución inimaginable ni en una prospección estadística.

La desmovilización radical de la derecha que se advierte a escala estatal, se acentúa hasta el dramatismo en Balears. El PP balear puede argumentar que un balance de siete a uno a favor de las fuerzas progresistas se adentra en la fantasía. Sin embargo, no puede ocultar que sus resultados baleares son muy inferiores a los estatales, en el margen de 14,7 a 9,1.

Es decir, las fuerzas de Biel Company apenas si alcanzan un sesenta por ciento del impacto ya de por sí moderado del PP español. Discutir este desfase equivale a atribuir a Tezanos una saña adicional contra los populares de Balears. Pese a su resultado estratosférico, el porcentaje obtenido por las fuerzas de Francina Armengol es inferior a la pujanza estatal de sus siglas, en la relación de 25,8 a 27,2.

El sondeo es inmisericorde con Vox, barrido a un tres por ciento pese a que en la actualidad posee los mismos diputados que el PSOE. Tampoco Ciudadanos, ya huérfano de representación, muestra un atisbo de recuperación. Con el partido de Arrimadas se percibe la disparidad entre una simpatía mayor que la voluntad de votarle, así que su atractivo de un 4,5 por ciento encoge a un 3,o a la hora de depositar la papeleta.

Valorando las tendencias recientes del CIS, se ha mostrado demasiado optimista en las perspectivas del PSOE. Asimismo, se confiesa incapaz de detectar el voto oculto a Vox. Estos factores propiciarían la entrada de la ultraderecha moderada en Balears. Con todo, el balance sería favorable a la izquierda por cinco (tres del PSOE y dos de Podemos) a tres (dos de PP y uno de Vox), en la estimación más moderada de escaños a partir del barómetro.