Muchas mujeres no lo saben, pero experiencias desagradables y evitables por las que algunas han pasado durante el embarazo, el parto y el periodo posterior tienen un nombre: violencia obstétrica.

La violencia obstétrica supone un trato deshumanizado, una intervención desproporcionada e inexorablemente medicalizada del proceso natural de embarazo, parto y puerperio, que vulnera los derechos de la mujer y afecta a su salud.

En Balears la conciencia de este fenómeno ha ido en aumento en los últimos años, pero sigue habiendo notables diferencias de un hospital a otro. Y también sigue patente una falta de transparencia: los indicadores detallados de los hospitales públicos no se publican de forma periódica ni accesible y esta opacidad es aún más marcada en la red hospitalaria privada, que no facilita esta información (aunque estadísticas generales apuntan a que la tasa de partos instrumentalizados y cesáreas suele ser mayor).

Así se desprende de la tesis Atención respetuosa a la mujer en procesos reproductivos. Prevención y Detección de la Violencia Obstétrica defendida recientemente en la Universitat por Rosa Llobera, investigadora y comadrona.

La tesis compendia tres investigaciones. La primera, firmada junto a Carmen Herrero y Carmen Alfaro, valorar y comparar datos recogidos entre 2012 y 2014 para valorar la atención obstétrica en los distintos hospitales públicos y la aplicación y cumplimiento de las recomendaciones que plantea la Estrategia de atención al parto normal (EAPN) del ministerio de Sanidad. En ese momento, se detectó que la tasa de cesáreas, partos instrumentados, episiotomías o uso de epidural, presentaban diferencias importantes entre centros y en general existía margen de mejora.

De los 21.509 partos que hubo entre 2012 y 2014 en la red pública, el 9,9% fueron instrumentados y el 21,6% cesáreas, datos que están en la media estatal, pero superan "ampliamente" lo recomendado por la OMS, que recomienda no pasar del 15% de cesáreas.

Según datos facilitados por el IB-Salut, cinco años después ha habido avances: en 2019 los hospitales públicos de las islas atendieron 7.138 partos, de los que 17% fueron por cesárea (cuatro puntos menos que en el periodo 2012-2014). Realizar una cesárea no es violencia obstétrica per se, pero siempre ha de haber detrás un motivo médico y se recomienda aplicar en general una política restrictiva. Son Llàtzer es el hospital que más partos atendió el año pasado (1.933) y el que tiene el índice de cesáreas más bajo (14%). En Son Espases un 24% de los 1.733 alumbramientos fueron por cesárea, pero este elevado porcentaje se justifica en parte porque al ser el hospital de referencia (donde además hay una unidad de neonatos puntera) se derivan allí todos los partos de riesgo.

La investigación se fijaba también en el porcentaje de epidurales administradas. Según la EAPN un elevado uso de esta analgesia puede esconder una falta de oferta de alternativas, como el parto en el agua, el óxido nitroso... Así por ejemplo, la investigación reflejaba que en 2014 había hospitales en los que la epidural se usaba en siete de cada diez partos eutócicos, 4o puntos por encima del porcentaje de otros hospitales.

La publicación de esta investigación y la presentación de los datos de atención obstétrica favorecieron que en 2018 el Parlament aprobase una Proposición no de Ley para la humanización del parto. La propuesta abogaba por identificar las buenas prácticas y exportarlas a todos los hospitales públicos; por continuar formando profesionales para actualizar conocimientos y habilidades para modificar "rutinas aprendidas" y mejorar la atención; y, por último, estudiar la experiencia y la viabilidad de proyectos como las casas de parto (habitaciones que simulan un hogar) que ya existen en Cataluña . De momento, cada hospital avanza según su ritmo y criterio y las casas de parto no están ni esbozadas.

Un buen ejemplo: El hospital de Manacor consiguió el índice más bajo de cesáreas del país.

El hospital de Manacor consiguió el índice más bajo de cesáreas del paísLos datos recogidos para la primera parte de la tesis son de 2014, hoy sigue habiendo margen de mejora, pero en estos últimos seis años se han producido avances. Destaca el caso del hospital de Manacor, que en 2018 se convirtió en el centro hospitalario con el porcentaje más bajo de cesáreas del país.

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