El magistrado Enrique Morell ha rechazado en un auto decretar la nulidad de la pieza principal del caso Cursach, la presunta trama de corrupción en torno al empresario de la noche del mismo nombre, por las sospechas que penden sobre uno de los exinstructores de la causa, el también juez Manuel Penalva. Morell postula que tendrá que ser la Audiencia de Palma la que dictamine, cuando se celebre el juicio oral, qué partes de la instrucción de Penalva sirven como pruebas o cuáles podrían ser anuladas.

El auto de Morell es la primera respuesta a un aluvión de escritos de imputados en la macrocausa y que, básicamente, han reclamado la nulidad de todo lo instruido por Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, que están siendo investigados por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

Las defensas de la práctica mayoría de las decenas de imputados en el caso Cursach sostienen que las sospechas que recaen sobre Penalva y Subirán han contaminado la instrucción. Varios abogados han pedido así la nulidad total o parcial de las piezas separadas.

En los casos donde la instrucción ya estaba más avanzada, con autos de procesamiento o escritos de acusación, las defensas han solicitado la suspensión de las causas en espera de que el TSJB se pronuncie sobre Penalva y Subirán.

Morell, que instruye la parte de león del caso y que en las últimas semanas ha dictado autos de procesamiento en tres piezas separadas, ha emitido una primera resolución desestimando la nulidad de la pieza principal.

Uno de los argumentos esgrimidos por el policía imputado para desmontar la causa es que Penalva fue recusado como instructor, por pérdida de la apariencia de imparcialidad.

Morell censura el que "han pasado dos años de la recusación del anterior instructor sin que por las partes se haya realizado petición de nulidad".

Procesalmente, el magistrado entiende que "la petición de nulidad de todo lo actuado y repetición de todas las diligencias ya practicadas desde el lejano 2014" es incompatible con los plazos que marca la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Por otro lado, el juez entiende que no es competencia del instructor decretar la nulidad de las fuentes de pruebas que pudieron haberse obtenido con vulneración de los derechos fundamentales.

"En el momento procesal oportuno (la vista oral ante la Audiencia) habrán de ser revisadas para reconocerles o negarles valor probatorio".

El instructor añade que "las diligencias practicadas durante la instrucción no alcanzan valor o virtualidad de constituir auténticos y verdaderos actos de prueba", susceptibles de ser revisadas a la luz del respeto a los derechos fundamentales. Morell, en consecuencia, deniega la nulidad.

Las defensas cuestionan la credibilidad de los testigos

Las defensas de muchos de los imputados en el caso Cursach han cuestionado ante los jueces Enrique Morell y Carmen Abrines la credibilidad de algunos de los principales testigos de cargo, que tienen la condición de protegidos.

Según esas tesis, Penalva y Subirán habrían manipulado a esos testigos para que dijeran lo que a ellos les convenía en sus pesquisas.

El magistrado Enrique Morell en su auto rechaza entrar a valorar la credibilidad de los testigos del caso Cursach "porque no es el momento procesal oportuno para valorar tal credibilidad, (una tarea) que corresponderá a la Audiencia Provincial de Palma cuando juzgue el caso.