Unos 60.000 trabajadores de Balears se van a ver beneficiados por la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 950 euros mensuales que se va a aprobar para este año tras el acuerdo alcanzado por sindicatos, patronales y Gobierno central, según las estimaciones de la conselleria de Trabajo. El titular de este último departamento, Iago Negueruela, y los sindicatos UGT y CCOO ponen de relieve que se trata además de una mejora en las retribuciones de los asalariados con una situación más precaria, a lo que se añade un segundo matiz desde la segunda de estas organizaciones sindicales: siete de cada diez perceptores del salario mínimo son mujeres, por lo que es este colectivo el más favorecido. Por contra, las patronales CAEB y PIMEM no ocultan su preocupación ante la medida.

Para estimar el impacto que tiene en las islas, basta señalar que esos 60.000 beneficiados en Balears equivalen a uno de cada diez asalariados del archipiélago (la punta máxima de julio se sitúa muy cerca de los 600.000 ocupados de alta en la Seguridad Social).

A partir de ahí, las valoraciones de la citada subida son claramente positivas por parte del representante del Govern balear, del secretario general de UGT en las islas, Alejandro Texías, y de la secretaria de Acción Sindical de CCOO-Balears, Eva Cerdeiriña. El conseller Negueruela pone en valor tanto la celeridad con que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cumplido con un compromiso adquirido como por el hecho de haberlo logrado por la vía del acuerdo. Estos dos puntos son destacados también por Texías y Cerdeiriña.

Hay otro aspecto en el que coinciden los tres. Esta nueva subida demuestra que la que se aplicó el pasado año hasta situar el salario mínimo en los 900 euros mensuales era necesaria, y además se pone de relieve que se ha aplicado sin que ello haya supuesto destrucción de empleo, dado que éste ha seguido creciendo en 2019.

Los dos representantes sindicales no ocultan que la aspiración de sus organizaciones era alcanzar los 1.000 euros, pero señalan que es positivo que se haya llegado a la cifra de 950 por la vía del pacto, impulsando un diálogo social que en su opinión fue inexistente con el anterior Gobierno del PP. Además, se señala que el Gabinete de Sánchez mantiene el compromiso de situar el salario mínimo en el 60% del salario medio antes de que acabe la actual legislatura, lo que supondrá situarse en unos 1.200 euros mensuales en 2023.

Las organizaciones empresariales no están tan satisfechas. La presidenta de CAEB, Carmen Planas, admite que resulta positivo que el presidente Sánchez haya cumplido el compromiso de potenciar el diálogo (la subida se ha pactado con las patronales CEOE y Cepyme), pero no oculta su preocupación ante el impacto que puede tener un nuevo aumento del 5,5%, al considerar que la que se aplicó en 2019 (y que fue del 22% al situarlo en los 900 euros) dejó en el desempleo a unas 40.000 personas en España y perjudicó a 15.000 empleadas del hogar.

El presidente de PIMEM, Jordi Mora, también expresa su "preocupación" por el impacto que esa subida puede tener sobre las pequeñas y medianas empresas, tras el fuerte incremento que el salario mínimo ya registró en 2019. Aunque ve adecuadas las mejoras en las retribuciones más bajas, rechaza esos "crecimientos tan bruscos".