Gloria ha dejado una estela de destrucción en Mallorca. La borrasca más fuerte del invierno en Balears golpeó ayer con dureza el Llevant y el norte de la isla con un temporal marítimo devastador. Veteranos marineros de Cala Bona y Cala Rajada no recordaban un oleaje tan violento y de tal magnitud como el de ayer. Gloria se ha saldado con un joven barranquista desaparecido, entre Sóller y Fornalutx, cuya búsqueda tuvo que suspenderse ayer a primeras horas de la tarde debido al mal tiempo, y también con graves daños en la costa por la fuerte marejada.

Olas gigantes castigaron numerosos barcos en el Port de Pollença, Porto Cristo, Portocolom o Cala Rajada. Algunas embarcaciones se fueron a pique, más de una quincena de veleros embarracó en tierra y otras naves quedaron inservibles. Viviendas situadas en primera línea y paseos marítimos sufrieron cuantiosos desperfectos, catorce vecinos de Portocolom fueron desalojados por el tremendo oleaje que llegó a la segunda línea sin que hubiera que lamentar heridos y una ola en Maó batió un récord con 14,8 metros de altura. Menorca quedó incomunicada por mar. Hoy sigue la alerta naranja por fenómenos costeros en esta isla y también en el norte y nordeste de Mallorca. La previsión meteorológica para hoy apunta a cielos nubosos con chubascos más débiles acompañados de barro.

El único dato positivo que ha dejado Gloria es que los embalses de Cúber y Gorg Blau están al 94% de su capacidad tras las copiosas lluvias de estos últimos días.

Además, ayer al mediodía se restableció la normalidad en la red viaria de Mallorca al reabrirse la mayoría de tramos cortados. Dos carreteras permanecieron cerradas al tráfico: la de Alaró a Orient (Ma-2100), que el lunes quedó impracticable por un desprendimiento de rocas, y la de s'Albufera, que discurre entre sa Pobla y la Platja de Muro (Ma-3433), afectada por acumulación de agua. Los operarios del Consell trabajaron para retirar árboles caídos sobre la calzada en la carretera de Valldemossa y en la carretera de la Serra (Ma-10), entre Fornalutx y el túnel de Monnàber, lo que obligó a cortarlas de forma provisional y luego se reabrieron.

Los incidentes que ha causado Gloria a su paso por Mallorca son más de 330, la mayoría por caída de árboles, desprendimientos e inundaciones en la vía pública, locales y viviendas. Ocho torrentes se desbordaron el lunes y se cerró una docena de carreteras.

Joven desaparecido

La peor noticia de la borrasca en la isla es la desaparición el pasado lunes del barranquista en el Torrent de na Mora. Ayer se suspendió su búsqueda por las malas condiciones meteorológicas y hoy está previsto que se retome el operativo. El joven de 27 años vecino de Palma desapareció en la tarde del lunes cuando practicaba barranquismo junto con dos compañeros en el Torrent de na Mora, entre Sóller y Fornalutx, en pleno temporal. Se trata de un deportista experimentado cuyo rastro se perdió cuando bajaba por un desnivel haciendo rápel. El 112 movilizó ayer a un psicólogo para atender a su familia.

Los bomberos y la Guardia Civil se movilizaron el lunes al anochecer, pero tuvieron que retirarse por el mal tiempo. Los especialistas reanudaron la búsqueda ayer por la mañana, pero a primeras horas de la tarde volvieron a suspender el operativo.

Los hechos tuvieron lugar el lunes por la tarde cuando un grupo de tres experimentados barranquistas descendían por el Torrent de na Mora. Uno de los deportistas, de 27 años, fue el primero en bajar por un desnivel del torrente haciendo rápel. Cuando sus compañeros descendieron, no lo encontraron en el lugar. Ante su repentina desaparición, decidieron alertar a las autoridades. Los investigadores creen que el joven fue arrastrado por la corriente de agua del torrente y no desarcartan que haya acabado en el mar.

El archipiélago sigue hoy en alerta, sobre todo, por fenómenos costeros. Ayer hubo precipitaciones dispersas y ocasionalmente fuertes acompañadas de barro y granizo. En la costa, el temporal marítimo fue devastador con olas enormes que azotaron el Llevant y el norte de la isla. El viento sopló con rachas de 100 km/h en Alfàbia, 91 en Capdepera y 86 en el Port de Pollença. Durante toda la borrasca se han registrado 384 litros de agua por metro cuadrado en Escorca. El 112 pidió ayer extremar las precauciones.

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