Almudena Olaguibel dirige el departamento de protección de Unicef, desde donde desarrollan programas de ayuda a menores. Aunque no le ha sorprendido la existencia de niños tutelados por el IMAS sometidos a explotación sexual, cree que es el momento de abrir un debate social para afrontar esta situación. Y sobre todo considera que lo más importante es que estas víctimas en algún momento sientan afecto.

P ¿Le sorprende que niños bajo tutela del Consell que estén siendo prostituidos?

R Por desgracia no me sorprende. Desde Unicef realizamos en 2017 un estudio en varias comunidades sobre las condiciones de estos chicos. Los propios educadores nos contaron que muchos menores se estaban prostituyendo, pero que no podían hacer nada.

P Entonces esta situación no solo ocurre en Mallorca.

R No, se repite en varias comunidades.

P ¿Se está buscando una solución al problema?

R El tema es muy delicado, porque muchas veces son los propios menores los que convencen a sus compañeros para que se prostituyan a cambio de dinero o regalos. Y las propias víctimas disfrazan estos episodios como relaciones de afecto.

P Se supone que los educadores son los primeros en darse cuenta de este problema.

R Los educadores muchas veces tienen las manos atadas. Pero cuando descubren que un menor llega con un desgarro o una enfermedad infecciosa ya sospechan lo qué ha pasado.

P Parece que nadie tiene en cuenta que son niños muy vulnerables.

R Hay que saber curar las heridas de estos niños, que han tenido una infancia muy difícil. El solo hecho de separarles de su familia ya representa un acto violento y en muchos casos no se atiende su salud mental por falta de medios.

P ¿Qué tipo de atención reciben estos menores?

R La atención que reciben es muy variada y se les ofrece desde diferentes aspectos educativos. No les va a faltar nunca comida, ni un lugar donde dormir. Pero la pregunta que hay que hacerse es: ¿se atienden sus necesidades?

P Otro de los problemas que padecen estos menores es la falta de afecto.

R Así es, son personas muy vulnerables. Cuando una menor conoce en la calle a una persona que le ofrece afecto es muy difícil que detecte que lo que busca este adulto al estar con ella es una satisfacción sexual.

P La prostitución de un menor está castigada.

R Está prohibida. A una menor no se la puede prostituir, está castigado.

P Debido a la gravedad del problema, ¿dónde está la solución?

R Entiendo que hay que poner el foco en la prevención, ayudando primero a las familias. Cuando hay padres que no pueden cuidar a sus hijos, es cuando hay que ayudar a estos niños, pero siempre como última solución.

P El escándalo de estos casos de prostitución de menores tutelados por el IMAS refleja que los programas de acogida no están funcionando.

R Tiene muchas carencias, aunque me consta que en Mallorca en los últimos años se hace un esfuerzo para cambiar el enfoque y apostar más por mejorar el vínculo con estos niños.

P Parece que estos niños corren más peligro estando en esta situación de tutela que si siguieran con sus padres

R Hace unos años que se abrió un debate para reformular el sistema de protección, pero ha quedado apartado. Se apuesta para que apartarlos de sus padres sea la última decisión, porque muchos niños sufren traumas y después caen en el mundo de la marginación.

P Para cambiar las cosas se necesitan más recursos.

R Es necesario. El sistema es muy precario y está fragmentado. Los niños no deberían estar en centros, sino con familias de acogida. Pero si es difícil tener un hijo propio, más difícil es tener uno en acogida.

P ¿La falta de amor se arrastra toda la vida?

R Estos niños han carecido siempre de amor, pero muchos de los menores que están tutelados ya están acostumbrado a que su vida no le importe a nadie. Este trauma infantil por falta de afecto se arrastra toda la vida.

P Pero muchos adultos se aprovechan de esta falta de afecto para abusar de estos menores.

R Cuando en toda tu vida nadie te ha mostrado afecto y llega a un adulto y te ofrece cariño, dinero y regalos, cómo van a interpretar que lo que realmente persiguen es un abuso sexual.

P Si es así, muchas de estas víctimas no sienten que las están prostituyendo.

R Muchas de estas víctimas no se consideran explotadas. Por eso mismo es necesario que los educadores se ganen su confianza, porque se trata de niños con un estado emocional muy vulnerable.

P ¿Cómo se entiende que si hace años que este problema se conocía, no se ha hecho nada y se ha tapado tanto tiempo?

R Era un tema tabú. El episodio de la agresión grupal a la niña de Camp Redó, al menos, ha servido para que se abre un debate social y se conozca el problema, para buscar una solución.