El conseller de Educación, Martí March, vuelve a citar a los directores para desactivar las críticas por el recorte a colegios e institutos públicos de Balears. críticas por el recorte a colegios e institutos públicos de Balears.Después de la cascada de comunicados por parte de directores, sindicatos docentes y de la federación de asociaciones de padres FAPA, March mantendrá mañana una nueva reunión con los directores para abordar el ajuste en la asignación de los centros educativos y la obligación de que funcionen con sus ahorros, una medida que ayer el propio conseller reconocía que había causado "malestar" en el seno de la comunidad educativa.

"Somos conscientes de que hay malestar entre los centros educativos y cuando hay un problema nosotros no queremos esconder nada, sino dar una solución", admitió ayer el conseller de Educación en una nota difundida por su Conselleria, en la que también anunció una nueva reunión con las asociaciones de directores de primaria, secundaria y adultos para mañana. Una nueva cita apenas una semana después de su último encuentro en la que los responsables de los centros le reprocharon no haber sido informados del recorte con anterioridad y en la que el conseller se escudó en la conselleria de Hacienda, a quien atribuyó la medida.

Según la Conselleria, "el objetivo de la reunión es aclarar las dudas por la situación actual y establecer una vía consensuada con los centros para reducir los remanentes".

Tal y como adelantó el pasado miércoles este diario, los directores se encontraron en su vuelta a las aulas el recorte a las asignaciones de los centros y la obligación de funcionar con sus ahorros, en muchos casos ya previstos para gastos concretos. Un ajuste realizado a través de los presupuestos y que Educación justificó en los 20 millones de remanente de colegios e institutos.

Según cifró ayer Educación, el recorte afecta a 215 de los 380 centros educativos públicos de las islas. Con el ajuste, que ahorrará apenas dos millones de euros al Govern -la partida se recorta de los 10,5 a los 8,7 millones-, los directores consideran "totalmente insuficientes" los fondos para hacer frente a sus gastos.

Una afirmación que negaba ayer el conseller, asegurando que "no es cierto que los centros no puedan asumir los gastos que les corresponden como la calefacción en los centros de secundaria, pero no es sostenible que haya centros con mucho remanente y que se vaya incrementando año a año". En cualquier caso, para la reunión propone "acordar con los centros qué remanente deben tener, pactar unas reglas de juego y que este dinero se utilice para mejorar las infraestructuras y los servicios de los centros educativos".

Además de con los directores, el conseller se reunirá con la federación de asociaciones de padres FAPA, quien este fin de semana también censuró la medida, recordando que parte de ese remanente proviene de cuotas de las familias.

El sindicato de enseñanza UOB denunció que "el recorte a los centros, a través de la requisa de sus remanentes" es "la muestra de la mala financiación de la educación en Balears y del desinterés del PSOE por tener una educación de calidad".

Precisamente ayer March explicó en la Mesa Sectorial de Educación que había citado a los directores de los centros a esta reunión. Según explicaron fuentes sindicales, March se mostró dispuesto a revisar aquellos casos en los que los remanentes estuvieran comprometidos para algún proyecto.

Mesa sectorial

La reunión de la Mesa se produjo para tratar el anteproyecto de Ley de Educación, aunque los sindicatos pidieron que también se hablara sobre estos recortes. Biel Caldentey, del STEI, calificó de "paradójico" que el anteproyecto de Ley plantee que en ocho años se alcanzará el 5% del PIB para educación después de lo ocurrido con los remanentes. "Para alcanzar este objetivo se tendrán que destinar más de 600 millones en diez años, lo que parece complicado", dijo Caldentey quien, además, incidió en que también es "paradójico" que el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos contemple ese 5% del PIB en esta legislatura. Josep Palou, de UOB, fue aún más lejos y afirmó que "sólo por lo ocurrido con los remanentes de los centros el anteproyecto de Ley de Educación es papel mojado".

Los sindicatos se mostraron críticos con este recorte, además de reiterar su rechazo a que el anteproyecto de Ley no blinde el decreto de mínimos, para reforzar la presencia del catalán, entre otros asuntos. La Conselleria se comprometió a una nueva reunión para analizar las alegaciones.

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