Si el BOIB de ayer publicaba la resolución de la dirección general de Pesca por la que se mantiene la veda para la extracción de coral rojo en las aguas interiores de Balears entre el 1 de enero y el 30 de abril y el 1 de noviembre y el 31 de diciembre, este departamento podría adoptar medidas mucho más drásticas antes de que acabe este año.

"Hemos encargado un estudio a Tragsatec para que evalúe el estado del coral rojo en el norte de Mallorca. Lo tendremos a finales de año y, en función de su resultado, decidiremos si aplicamos una moratoria para su extracción", explica Antoni Grau, jefe de recursos marinos de la dirección general de Pesca del Govern.

Esta iniciativa sigue las directrices marcadas tanto a nivel nacional como regional en lo que atañe a la explotación de estos celentéreos invertebrados que crecen de manera parsimoniosa en las profundidades marinas filtrando el plancton presente en la columna del agua, explica el experto.

"Ahora mismo está en exposición pública un borrador para establecer a nivel nacional una moratoria de dos años para su extracción en aguas exteriores (de competencia estatal). De la misma manera, Cataluña ha fijado una moratoria de diez años. Por eso nosotros hemos encargado este estudio, para tener datos en los que sustentar una decisión que adoptaremos a finales de año", prosigue Grau, que revela que el coste de este informe, que ha corrido a cargo del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS, antes conocido como ecotasa), ascenderá a unos 200.000 euros.

Esta iniciativa es una medida más tras el decreto 21/2018, de 6 de junio, aprobado por este Govern que, básicamente, adaptó la normativa balear a la estatal y a la comunitaria estableciendo la prohibición de la extracción de este recurso a menos de 50 metros de profundidad. "Esta prohibición se adoptó siguiendo las recomendaciones del Consejo General de Pesca del Mediterráneo, un organismo público dependiente de la FAO que aconsejó esta limitación a la extracción del coral rojo siempre y cuando no existieran informes científicos que establecieran que el recurso se encontraba en buen estado", justifica Grau el decreto del Govern.

De seis a dos licencias

"Y esta limitación ha reducido en gran medida la superficie, en torno a las seis mil hectáreas, donde se puede extraer en las bahías de Alcúdia y AlcúdiaPollença, explica Grau los motivos por los que su departamento redujo el número de licencias bianuales concedidas a comienzos de 2019 de seis a tan solo dos.

"Antes estaban activas 6 licencias, 4 en Mallorca y 2 en Menorca, pero con la limitación de su extracción a más allá de los cincuenta metros las hemos reducido a dos, que han sido concedidas a dos coraleros con base en el Puerto de Alcúdia, detalla Grau.

El jefe de recursos marinos recuerda que en tiempos pretéritos, cuando esta actividad era más popular, se dedicaban a ella no menos de seis patrones en Mallorca y cuatro en Menorca, por no hablar de las veinte licencias obtenidas mayoritariamente por pescadores catalanes para explotar el recurso en las aguas exteriores de las islas, básicamente el litoral de la Serra y el canal de Menorca.

Ahora, en función de lo que determine el informe encargado a Tragsatec, a final de este año podría suspenderse temporalmente la extracción de estos organismos en las bahías del norte de Mallorca. ¿Por cuánto tiempo? Grau no quiere pronunciarse hasta ver los resultados del estudio pero tampoco descarta un periodo largo como la moratoria catalana.

El coral rojo ( Corallium rubrum) ha sido considerado como una piedra semipreciosa desde los más remotos tiempos de la antigüedad. Crece en cualquier sustrato firme en profundidades de hasta 250 metros, en aguas tranquilas y limpias.

Se puede encontrar en las costas mediterráneas occidentales, y requiere de temperaturas de entre 10 y 29 grados. Su crecimiento es lento, y se estima que las colonias jóvenes crecen entre 4 y 8 milímetros por año. "Puede tardar hasta veinte años en alcanzar la talla mínima a la que se puede comercializar (un diámetro superior a los 7 milímetros en la base medidos a 1 centímetro de ella) y el esqueleto de este pólipo se destina exclusivamente a la joyería. Hasta hace poco, todo el coral rojo del Mediterráneo se comercializaba en Italia pero desde hace unos veinte años hay un comercio en auge en el lejano Oriente", concluye el jefe de recursos marinos.

El precio del kilo del habitualmente denominado oro rojo oscilaba entre 300 y 1.000 euros, en función de su calidad, hace una década. En la actualidad es tan escaso que se pagan hasta 6.000 euros por kilo de este preciado e inaccesible tesoro de los mares.

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