La sanidad balear tendrá que indemnizar con 80.000 euros a un paciente que sufrió un error de diagnóstico al ser atendido en el hospital de Son Espases. Los médicos confundieron los síntomas de un ictus cerebral con otra dolencia y el paciente fue dado de alta, a pesar de que apenas podía andar. Al día siguiente, al ser de nuevo trasladado al hospital, fue cuando los médicos se dieron cuenta de que los síntomas que sufría derivaban de un ictus cerebral, que le ha dejado graves secuelas físicas.
Este error médico de diagnóstico ha sido reconocido en una sentencia que ha dictado la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears, que le da la razón al paciente en la demanda que presentó contra la administración sanitaria. En la sentencia se fija la indemnización económica, a la que hay que sumar los intereses. La resolución ya es firme, por cuanto no ha sido recurrida.
Los hechos se sitúan en la tarde del día 1 de agosto del año 2014. El paciente empezó a notar un fuerte dolor de cabeza, al tiempo que le costaba coordinar una pierna para caminar. Acudió al centro médico de Alcúdia y en la exploración médica se le diagnosticó una cefalea. Sobre la falta de coordinación de la pierna lo atribuyó a una perforación en el tímpano.
La esposa trasladó a su marido al hospital de Son Espases. Ingresó sobre las 22.30 horas. Para bajar del coche necesitó la ayuda de otra persona, porque seguía sin controlar la pierna. Pudo llegar con dificultades al mostrador de urgencias y allí perdió el conocimiento.
Fue atendido por los médicos. Poco antes de la una de la madrugada le dieron el alta. La doctora le diagnosticó un síncope y vértigo. Le recetó unos medicamentos y lo dejó bajo el control del médico de familia. El paciente, sin embargo, le dijo a la médico que no se encontraba bien, que no podía andar y, aún así, se le envió a su domicilio. Al abandonar el hospital iba arrastrando una pierna y vomitando. Tuvieron que facilitarle una silla de ruedas, además de una bolsa para recoger los vómitos.
Al día siguiente el paciente continuaba con los mismos síntomas. Su esposa optó por llamar al 061, que lo derivó al hospital de Son Espases por un posible ictus cerebral. En el hospital se confirmó este diagnóstico.
El paciente demandó al hospital por no haber detectado que sufría este ataque cerebral y por haberle enviado a su domicilio. Considera que si se hubiera prestado una atención temprana se habrían evitado las secuelas que sufre, que son muy graves.
El hospital defendió la actuación de los médicos y sostenía que las pruebas que le hicieron no indicaban que estaba sufriendo un ictus cerebral. Además,se sostenía que el enfermo fue dado de alta cuando mejoró de sus síntomas. Sin embargo, el tribunal afirma que hubo un error de diagnóstico y cuestiona que al paciente no se le realizó una prueba radiológica completa, lo que hubiera permitido advertir la lesión.
Critican los jueces que los médicos hubieran dado el alta al paciente, ya que seguía sufriendo los mismos síntomas que le obligaron a ir al servicio de urgencias. Si hubiera permanecido más tiempo en el hospital se habría podido detectar la lesión cerebral. Por ello, se determina la responsabilidad del hospital.
