La presidenta del Govern y líder del PSIB, Francina Armengol, afirmó este lunes que las presiones a diputados para que cambien su sentido del voto y no apoyen mañana la investidura de Pedro Sánchez "no son justificables en democracia".

"Es muy fuerte que haya presiones sobre lo que debe hacer alguien que representa a sus electores, a la gente que le ha votado por un proyecto y programa político", declaró Armengol tras asistir a la Pascua Militar en el Palacio de la Almudaina.

"Todos los diputados son libres de poder representar con coherencia lo que sienten y lo que han explicado a sus electores", afirmó Armengol quien recordó que en las elecciones generales del 10 de noviembre "hubo claramente una posición de la ciudadanía española de defender un gobierno progresista para España" que "se está conformando", algo por lo que mostró su satisfacción.

Armengol, quien este martes acudirá a Madrid para asistir a la votación de la investidura de Sánchez, afirmó que irá a "celebrar la presidencia" del líder del PSOE, descartando la posibilidad de cambios de voto.

"Mañana empieza una nueva etapa, en la que por primera vez habrá un Gobierno de coalición en España, con un proyecto político que desarrolla muchas cuestiones necesarias para Balears y que están en consonancia con lo que estamos haciendo aquí desde hace ya más de cuatro años y medio", concluyó la presidenta del Govern.

En el mismo sentido se expresó el delegado del Gobierno en Balears en funciones, el también socialista Ramón Morey, quien criticó el bronco debate de investidura, con insultos y amenazas, y las presiones a los diputados para que cambien su sentido del voto, que consideró "intolerable y un ejemplo de muy mala política".

Al igual que Armengol, Morey descartó que se produzca un 'tamayazo' y confió en que este martes "las cosas saldrán como deben salir y todo el mundo será responsable y fiel a su compromiso a la hora de dar su voto". El delegado del Gobierno defendió que, en el debate político, "se puede intentar convencer a un contrincante para que se pueda replantear posiciones, pero todas estas reflexiones que se hagan a un rival político siempre deben hacerse conforme a las reglas del juego y a la buena fe". En este sentido dejó claro que "lo que no se puede hacer es presionar, ni amenazar, ni hacer pintadas delante de tu casa, ni se puede insultar" ya que "eso es intolerable y un ejemplo de muy mala política".

"Esperemos que no sea una constante en la legislatura, que haya sentido común y que el debate político, dentro de la discrepancia, se haga de acuerdo a unas reglas del juego lógicas", concluyó Morey apelando al "juego político limpio".

Frente a ellos, el líder del PP balear, Biel Company, rechazó que se hayan producido presiones a diputados para que cambien su voto y opinó que las noticias en este sentido son una "invención de algún medio de comunicación".

"No veo a nadie que pueda hacer un cambio de voto en el PSOE y menos en el resto de partidos (que apoyan la investidura del líder del PSOE) a quienes con Sánchez se les ha aparecido la Virgen", afirmó Company.

Para el presidente del PP balear el futuro Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos "no puede ir bien" ya que Sánchez "ha mezclado agua con aceite" y "cuando cada uno empiece a estirar para su bando, destrozarán al Gobierno en sí".

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