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Entrevista

Isabel Llodrà: "Si solo los hombres diseñan la tecnología, esta solo pensará en sus necesidades"

"Los nativos digitales son huérfanos digitales: sus padres no tienen competencias en lo digital, se les deberían enseñar desde Primaria"

Isabel Llodrà en la sede de la Fundació Bit, en el Parc Bit. g. bosch

P ¿Cuál es la función del área de Cibersocietat de la Fundació Bit?

R Por un lado, a través del Observatori de la Societat de la Informació (OBSI) analizamos el uso de internet entre las empresas y entre los ciudadanos. Además también hacemos estudios monográficos. En 2016 analizamos el uso de internet entre estudiantes de ESO y la relación con el ciberbullying. Este año estudiamos la percepción sobre las fake news entre los alumnos de la Universitat, estudio que luego abriremos a la población en general.

P ¿Los niños y jóvenes necesitan educación digital?

R Sí. Hacen falta competencias digitales e informacionales, saber manejar las herramientas para navegar y saber encontrar las fuentes de información (no solo los canales de distribución como pueden ser los medios o las redes sociales) y analizar y contrastar la información. Los estudios de los que partimos para confeccionar el nuestro dicen que los nativos digitales no nacen enseñados, tienen herramientas pero si nadie les enseña a usarlas, no las saben utilizar de forma adecuada. Son huérfanos digitales, sus padres tampoco tienen este conocimiento, ¿dónde lo adquieren entonces? Los expertos creen que las competencias digitales deberían enseñarse desde Primaria.

P ¿En líneas generales, qué grado de uso tienen las nuevas tecnologías en Balears?

R Cada año publicamos en el OBSI el resumen anual sobre los usos de internet de la ciudadanía y de las pequeñas y medianas empresas. De media estamos más o menos igual que en el resto de España, pero este año llaman la atención dos datos: que los menores de 15 años usan menos internet, algo que no sabemos a qué se debe, y que menos del 30% de las empresas con menos de diez trabajadores tienen página web o presencia en redes sociales. Hay mucho que hacer para conseguir la visibilidad de estas pymes, para que tengan más potencial comercial. Estos datos se pueden consultar en la página web del OBSI de la Fundació Bit.

P ¿Existe una brecha digital en Balears?

R Siempre la habrá, aquí y en todas partes: cuanto más avanza la tecnología, más conocimientos necesitamos sobre uso. Por ejemplo ahora viene el internet de las cosas y si empiezas a conectar aparatos para que hagan funciones, necesitas más conocimiento. Antes bastaba con saber navegar por internet y ahora tendremos que empezar a saber hablar con los robots.

P Además de una brecha por desconocimiento, ¿también la hay por recursos económicos y por edad?

R Sí, pero han pasado casi veinte años desde que empezamos a usar internet: los que tenían 40 ahora tienen 60 años. Así, antes no había gente de 60 años que lo empleara, pero ahora hay mucha más que sí, y gente de 70 y de 80 años. Aunque esta brecha siempre existirá porque aún queda gente, sobre todo mayor, que no sabe por ejemplo cómo pagar impuestos por internet.

P ¿Es justo que haya trámites que solo puedan hacerse 'online'?

R Siempre ha de haber sitios donde se ayude a hacer estos trámites. Las bibliotecas podrían por ejemplo asumir este papel, como sitio de aprendizaje y conocimiento que son. O la misma administración pública que ponga a alguien a ayudarles.

P¿Cómo impulsar la innovación a través de la tecnología en Balears, dónde aún quedan rincones en los que es muy difícil conseguir una buena conexión?

R Tenemos los datos publicados del OBSI de este año con una comparativa de 2015 y ha mejorado muchísimo. La fibra óptica ya llega a muchos pueblos más. Y en muchos colegios donde solo había ADLS ahora ya tienen fibra. Aún puede quedar algún pueblo sin, pero ha mejorado muchísimo.

P En colaboración con la UIB

R Esto depende de cada uno, pero a veces como uno está escondido detrás de una pantalla parece como si fuera intocable, y cada persona que emita información ha de ser responsable y reflexionar sobre las consecuencias que puede tener esa información y su responsabilidad sobre esta información. Igual que los periodistas tienen un código deontológico, si cada persona hoy es un comunicador también debería ser consciente de las repercusiones que puede tener.

P ¿Las redes sociales a veces parece que han sacado lo peor de parte de la sociedad, pero puede ser que los trolls hayan existido siempre y la única diferencia es que ahora tienen conexión a internet? ¿O son las redes las que crean la crispación?

R Lo que se ha creado es un altavoz. La gente se puede expresar y siempre habrá alguien que lo pueda escuchar, compartir inquietudes y organizarse a través de las redes sociales. Es muy fácil distribuir una mentira por internet, pero si alguien quiere desmentirla también puede encontrar herramientas. No se ha de demonizar la tecnología, se ha de enseñar a usar bien para evitar la manipulación. La manipulación ha existido siempre, ya con la radio y la televisión, así como las teorías de la comunicación, de escuelas como la de Frankfurt o la de Chicago. Una defendía que tenemos espíritu crítico y contexto cultural para discernir y evitar la manipulación mientras que la otra decía que nos creíamos todo lo que nos llegaba por la 'tele' y la radio.

P ¿Soy una paranoica si no quiero que el INE pueda rastrear mi móvil o estamos ante un precedente peligroso?

R El rastreo siempre ha existido. Ya con el teléfono fijo te decían 'alerta con lo que digas que te están escuchando'. Con internet, igual. Si no quieres que se sepa algo, no lo digas por internet o no lo compartas. El móvil es un gran rastreador, eso está claro. Lo interesante sería saber qué hacen con estos datos y mostrar los resultados, que todos podamos saberlo. Estonia es pionera en Europa en cuanto a administración digital y allí los ciudadanos pueden saber qué datos tiene la administración pública sobre uno y quién los ha consultado. Y si es por un fin no justificable, el ciudadano recibe un aviso y puede adoptar medidas. Esto da mucha confianza sobre qué hacen los gobiernos con nuestros datos.

P Hay quien se despreocupa diciendo 'pero si yo no soy nadie, qué más me da que sepan que los sábados por la tarde hago la compra'.

R Pero nunca sabes qué puede pasar. Has de ser consciente de que si das una información no sabes dónde puede acabar. E igual no la pones tú la información; es información que tiene tu banco , tu gobierno, o cuando usas Gmail: eres tú que usas libremente esa tecnología y has de ser consciente de que nunca sabrás dónde acabará tu información. Si te leyeses los usos y condiciones de todas las webs que empleas seguramente no usarías ninguna.

P El activismo ha encontrado nuevas herramientas, como ha hecho Tsunami Democràtic, y la reacción del Gobierno ha sido un decreto- ley que amplía los supuestos en los que puede cortar el acceso a servicios de internet sin orden judicial. ¿Nos acerca eso a la censura que se vive en países como China?

R Según lo que he visto se podría cortar la infraestructura que da el servicio. Esto es nuevo. ¿Qué pasaría si se parara internet? No lo sabemos porque no ha pasado nunca. ¿Te imaginas? Si ahora el Gobierno decide apagar internet, qué pasa con la economía, los bancos, la gente que trabaja en red y depende de internet para trabajar... ¿Qué pasa? ¿Qué daños colaterales tiene eso? Internet nació para ser una red descentralizada. No sé hasta qué punto podría incluso afectar a otros países. De momento sobre este tema tengo más preguntas que opinión. Por lo importante que es, esta noticia se ha comentado poco.

P Ha investigado sobre la imagen del destino turístico, ¿a qué conclusiones ha llegado?

R Mi tesis quería demostrar que lo que ponían los usuarios de internet sobre un destino turístico podía influir tanto en la percepción de la imagen como la información que ponen las autoridades turísticas. Yo lo hice sobre Mallorca. Si tú buscas Mallorca por Google u otros buscadores o por Instagram o Youtube es más probable que te salga información puesta por otros turistas que información oficial. Y esta información influye tanto como la oficial. En 2013 era igual, ahora quizás podría ser incluso mayor.

P ¿Es posible un turismo de menos impacto gracias a la tecnología?

R Sí, mucha sirve para minimizar el impacto energético. Por ejemplo con domótica que apague automáticamente el aire acondicionado cuando salgas de la habitación. O dosificación de agua, placas solares... Empiezan a salir aplicaciones para gestionar el stock de alimentos en las cocinas y en los restaurantes para saber la predicción de demanda y no tener que comprar tantos y también empiezan a salir apps para dar salida a alimentos que están a punto de caducar.

P ¿Las empresas están por la labor?

R Sí hay interés, cada vez hay más noticias sobre responsabilidad social corporativa de empresas que lo están aplicando. Supongo que los hoteles más grandes empiezan antes, tienen más medios y más gente especializada. Aparte, ahorran mucho dinero y eso siempre interesa.

P En 2020 no hay coches voladores, pero sí impresoras 3D. Por la televisión de vez en cuando nos hablan de algún nuevo artefacto que nos va a cambiar la vida, pero muchos nunca llegan a nuestras manos. ¿Qué tecnología disruptiva sí cree que llegaremos a tocar?

R Gartner tiene un gráfico de expectativa tecnológica, tecnologías que dice que tendrán futuro. Y a veces tienen y a veces no. Por ejemplo la televisión digital interactiva hace unos diez años generaba muchas expectativas, pero lo que ha pasado es que el streaming ha llegado a las televisiones a través de internet. Esto es la innovación. A mí lo que llama la atención son los implantes tecnológicos para el cuerpo, para aumentar capacidades físicas y mentales; todo el tema de los cyborgs y el transhumanismo. Parece ciencia ficción pero ya vemos exoesqueletos para gente que no puede caminar. Está en fase de mucha investigación pero ya van llegando máquinas que mejoran el bienestar de las personas, como los implantes de manos o la tecnología que ayuda a personas con poca movilidad.

P Hay varios estudios sobre trabajos que desaparecerán por la revolución tecnológica. ¿Les da credibilidad?

R Nadie sabe qué pasará pero leí una explicación en internet que me gustó: antes íbamos con caballos, ahora con coches; antes alguien se encargaba de los caballos y ahora está el mecánico que se encarga del coche. Las profesiones se transformarán, no nos vamos a quedar sin trabajo. Harán falta personas para hacer estos robots. Y hay déficit de tecnólogos. Hay que animar a los jóvenes que estudien en este campo y a los mayores que se reciclen. Por ejemplo, en el caso de las camareras de piso, igual se sustituye la fregona y la escoba por un robot de estos que aspiran y friegan solos. Y alguien tendrá que vaciarlos y recargarlos y manejar estos robots, programarlos, llevarlos... Los trabajos irán cambiando según la tecnología vaya implantándose en cada organización.

P ¿La falta de tecnólogos podría ahuyentar a empresas de las islas?

R Es un problema, aquí y en todo el mundo. Por eso trabajamos para que más gente se quiera dedicar a estudiar tecnología, con iniciativas como el club de lectura LlibresTIC o el proyecto CineTIC: vamos por pueblos e institutos y ponemos películas de ciencia ficción y después hacemos una charla con un experto que explica si la tecnología de la película es posible o no, si llegará o no. Queremos que la sociedad hable de la cultura digital, sino difícilmente se transmitirá esta idea a los jóvenes. Y queremos llegar especialmente a las niñas. Si la tecnología solo está pensada por una parte de la humanidad, por los hombres, solo está pensada para las necesidades de esta parte.

P También hay un tema de poder ahí, ¿no? Si la tecnología rige el mundo, quien controle la tecnología tendrá el poder.

R Sí, por poder, por tema económico, por independencia económica... Que las mujeres puedan hacer lo que crean que se ha de hacer con la tecnología. Y pasa igual con la raza: si la tecnología solo está pensada por gente blanca solo pensará en las necesidades de los blancos. La tecnología está por hacer y cualquiera que la estudie la puede hacer y esa tecnología tendrá su visión. Si los algoritmos están sesgados por un factor único, no tendrán en cuenta otros factores a la hora de tomar decisiones y solo te mostrarán lo que les interese a los tecnócratas.

P ¿Reivindicar el humanismo es más necesario que nunca?

R Sí. De hecho para dirigir equipos ahora se buscan personas con creatividad, capacidad de comunicación, gestión de equipos, liderazgo... las competencias que a las máquinas les costará más suplir.

P ¿Es optimista o pesimista respecto al futuro tecnológico?

R Por una parte pienso que nos cuentan muchas cosas como si ya estuviesen aquí y como si el mundo fuera a cambiar muy rápido, pero no acaban de llegar. Creo que hay tecnología que nos podría ayudar muchísimo en nuestra vida diaria, y que yo estaría dispuesta a comprar, pero todavía no existe. La tecnología está para ayudarnos a hacer los trabajos sucios, repetitivos y peligrosos, los que no queremos hacer.

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