Mientras la presidenta Francina Armengol aplaudió ayer el "gran discurso" con el que arrancó el debate de investidura el candidato Pedro Sánchez -por reflejar su programa la voluntad expresada por los ciudadanos en las urnas-, desde las filas de Més y El Pi se lamentó que la insularidad o el REB para Balears estuvieran ausentes en sus intervenciones.

Armengol destacó, a través de Twitter, el programa "claramente de izquierdas" y aludió a la necesidad de construir un país "donde todo el mundo progrese con más derechos y libertades, desde el entendimiento y la pluralidad". Además, apoyó la investidura de Sánchez para avanzar en "feminismo, convivencia, ecologismo y solidaridad".

Desde el Partido Popular, María Salom expresaba su "miedo, tristeza y preocupación". La senadora aseguró que Pedro Sánchez "está dispuesto a vender España por una silla". Y la diputada popular Marga Prohens tiraba de ironía para afear al candidato socialista que en las dos referencias que hizo a la capital mallorquina se refirió a "Palma de Mallorca, fenomenal, ni en el nombre de la ciudad hace caso a Armengol", dijo.

El senador ecosoberanista Vicenç Vidal se mostró crítico porque a pesar de que el socialista presentó "un programa progresista", desde Balears "se hubiera querido, a nivel territorial, que a las cuestiones de Cataluña y País Vasco se añadiera el necesario REB". Para el representante de Més el archipiélago necesita "voz propia" para "escuchar los problemas derivados de la insularidad, más allá de "las necesarias apelaciones al mundo rural y a la España vacía".

En ese sentido, Vidal agradeció al portavoz de Compromís, Joan Baldoví, haber citado a las islas "por primera vez" en el pleno de investidura, ya que el político valenciano destacó durante el debate de ayer que se daba un plazo para la propuesta de un nuevo sistema de financiación, que, añadió, "debe ser justo para los valencianos, murcianos, andaluces y baleares".

El coordinador de Més per Mallorca, Antoni Noguera, afirmó a las puertas del Congreso que la formación ecosoberanista debe insistir en que "la insularidad y especialmente el REB son capitales para Balears", coincidiendo con el senador Vidal, en "cuestiones capitales" para el archipiélago que encontró "a faltar" en el discurso de Sánchez, según informó Europa Press.

También el presidente de El Pi, Jaume Font, quiso dejar claro que el archipiélago no estuvo en el discurso y criticó que Sánchez no se sabe "ni el nombre de Palma". "En el Congreso más plural de la historia, Balears continúa sin tener el más mínimo peso político", criticó. A Font le preocupa que "no se hable de compensar la insularidad" y que llevemos cuatro años sin presupuestos.

Desde Unidas Podemos la diputada balear Antònia Jover apoyó "la propuesta del gobierno de coalición progresista, un gobierno basado en el diálogo, la negociación y el pacto". La podemita celebró que este pacto "rompe el bloqueo" y pone en marcha un gobierno que entre otras iniciativas derogará la reforma laboral.

Joan Mesquida, de Ciudadanos, criticó la "hipocresía" de Sánchez por presumir "de Zapatero, Rubalcaba y Felipe González", cuando ninguno le apoyó.

Por su parte, el diputado socialista balear Pere Joan Pons dijo que el popular Pablo Casado muestra una "visión en blanco y negro" de España en 2020, además de que potencia la "España fracturada, la de dividir, la de buenos y malos, ganadores y perdedores".

Por lo demás, Sánchez aludió a Balears cuando argumentó que once estatutos de autonomía, entre ellos el de Balears, reconocen la capacidad de convocar un referéndum.