Pasear por la Serra de Tramuntana mallorquina y encontrarte, de repente, con una manada de ciervos y gamos salvajes pastando es un auténtico contraste. Es lo que está ocurriendo en la actualidad y al observarlos parece que te trasladas a algún bosque de Castilla o Asturias, donde estos mamíferos son especies esenciales. En la zona de Fartàritx, municipio de Pollença, justo en las inmediaciones del Camí Vell de Lluc, se pueden avistar estos animales que crían sin control y se han reproducido de forma vertiginosa.

Excursionistas han avistado manadas de más de 30 ejemplares entre las dos especies. Proceden de una antigua finca de la zona que hace unos años intentó poner en marcha una ganadería de ciervos y gamos para comercializar la carne y que los ofrecía como experiencia cinegética. Lo que ocurre es que la iniciativa no llegó a cuajar, ya que las normativas de caza de Balears no permiten la captura de estas especies. La orden de veda especifica claramente las especies que se pueden cazar y todas son las típicas mallorquinas.

(Uno de los ciervos avistados en la zona de Fartàritx hace unos días por excursionistas. XISCO ORTIZ)

Desde las conselleries de Medio Ambiente y de Agricultura están controlando la evolución de las manadas y, según indicaron, están estudiando qué medidas pueden acometer para evitar una reproducción masiva de una especie que no es autóctona de Mallorca.

Se cree que se escaparon o fueron liberados de la finca que trajo los ciervos y gamos a Mallorca para comercializar su carne. De ello hace unos años, pero en los últimos dos ha sido cuando la población se ha incrementado de forma importante. Técnicos de caza consultados por este periódico explicaron que, uno de los principales motivos del aumento de ejemplares para llegar a formar manadas, es que las hembras jóvenes nacidas ya en estado salvaje han empezado a criar.

En las imágenes y en los vídeos captados por excursionistas se puede observar que hay un importante número de ejemplares jóvenes. Ello quiere decir que son producto de los partos de los hembras jóvenes de los dos últimos años, ya que en cada parto pueden llegar a nacer hasta dos crías.

Por otra parte, se cree que durante el verano viven en las zonas más altas de las montañas, junto a las cabras autóctonas. Lo que está ocurriendo es que estas últimas semanas con las tormentas, la nieve y el frío han decidido bajar a zonas más cercanas a los núcleos poblados en busca de comida. Una de las preocupaciones del Govern es que estas manadas de ciervos y gamos se lleguen a reproducir de tal forma que incluso lleguen a atacar cosechas agrarias y destruirlas por completo.

Pese a que los ciervos y los gamos no son una especie autóctona de Mallorca, no se cree que la presencia de estos animales tenga consecuencias graves para la fauna isleña, entre otras cosas porque no son depredadores. Sí se pueden llegar a apoderar de hábitats que anteriormente estaban poblados por la cabra autóctona.

Las especies de ciervos y gamos

Se han reproducido dos especies de cérvidos en la Serra de Tramuntana. El gamo (Cervus dama) y el ciervo común (Cervus elaphus). Del primero es del que existen más ejemplares, son más pequeños y se diferencian del ciervo por su pelaje marrón con manchas y los machos lucen astas palmeadas. Por su parte, el ciervo común es más grande, sus astas son largas y redondas y existen hasta veintisiete subespecies distintas con un área de distribución que se extiende desde el Magreb,?la península ibérica, Centroeuropa o Gran Bretaña. Ambas especies están muy extendidas en España, especialmente en Castilla y el norte peninsular.

Desde el Govern los tienen considerados como ungulados alóctonos, al tener pezuñas abiertas y no ser propios de las islas.