"En 2020 vamos a ver como cierran bares y restaurantes de Mallorca debido a la falta de rentabilidad de algunos de estos negocios", vaticina el presidente de la asociación de restauración de la isla, Alfonso Robledo. No es el único que prevé un año complicado para muchas pequeñas y medianas empresas vinculadas a sectores especialmente vinculadas al consumo directo de las familias, como el antes mencionado o el comercio.

Pero 2020 va a tener un problema adicional, según apuntan los representantes de las asociaciones empresariales de esas actividades, y es que "llueve sobre mojado". Porque el balance que se hace de 2019 es igualmente negativo, con un elemento clave que se ha señalado en el último informe de coyuntura de la patronal CAEB: el consumo de los mallorquines se está frenando, relacionado con un ambiente de incertidumbre y "miedo" ante los mensajes de desaceleración tanto del conjunto de la economía balear como de su mercado laboral.

Los presidentes de las patronales de comercio Afedeco y Pimeco, Toni Gayá y Antoni Fuster respectivamente, y los de las asociaciones de restauración vinculadas a CAEB y a PIMEM, el ya mencionado Alfonso Robledo y Eugenia Cusí por este orden, coinciden en señalar que el año que acaba de concluir no se ha saldado con un balance positivo, una interpretación compartida incluso desde las grandes superficies, que optan por definirlo como "decepcionante". También la campaña navideña muestra un balance negativo si se compara con la de 2018, en el caso del comercio influido además por el adelanto de las compras que se registró durante el Black Friday.

Lo que se lamenta es la debilidad del consumo que realizan los residentes y la enorme dependencia del gasto turístico que se ha generado, pero incluso en este último se señala un estancamiento. Y además se cuestionan algunas de las medidas impulsadas desde las Administraciones públicas, como la limitación a las terrazas.

Pero también se apuntan factores internos. En el caso del comercio, se lamenta la dinámica de constantes ofertas que se ha implantado en el sector, lo que ha terminado por desdibujar las dos campañas de rebajas que se celebran cada año (no hay optimismo ante la que comenzará el día 7), más el creciente peso de las compras por internet. En la restauración apuntan la imposibilidad de subir precios por la fuerte competencia existente, mientras que los gastos no dejan de crecer.

El resultado, según se lamenta desde estas patronales, es que los márgenes de beneficio no han dejado de reducirse, lo que condicional la viabilidad de muchos de estos negocios. Y ante las previsiones de que en 2020 la desaceleración económica se va a intensificar, las expectativas de ambos sectores distan de ser halagüeñas.

Solo hay un sector que muestra unas estimaciones algo más positivas: el de las discotecas. El presidente de su patronal balear, Jesús Sánchez, vaticina un crecimiento, que en la facturación de la pasada Nochevieja se cifra en un 11% pero es mucho más moderado para el conjunto de este año, de la mano de iniciativas como el "tardeo" (apertura por las tardes) o de la mejora de los locales.

Inseguridad

Desde las patronales mallorquinas se apunta que la debilidad en el consumo de las familias isleñas viene condicionada por dos factores clave: la inseguridad que se ha instalado respecto a la evolución de la economía, y el que los gastos de la vivienda están reduciendo el margen de demanda en otros apartados.

La incertidumbre que se ha generado ante la evidente desaceleración económica y en la generación de nuevos empleos, con la posibilidad de que se agrave en 2020, es apuntada en el informe de coyuntura de la CAEB y compartida por los presidentes de las patronales de comercio y restauración. Ese miedo ante la posibilidad de una nueva crisis, dada la proximidad de la última, frena el gasto de las familias.

Pero también se señalan como claves los crecientes desembolsos que se deben de hacer para hacer frente a los gastos de la vivienda (hipotecas y alquileres), lo que recorta de forma notable la disponibilidad económica que los residentes tienen para las partidas que destinan al comercio o a la restauración.

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