Los dos equipos más contaminantes de la central eléctrica de Es Murterar cesaron ayer su actividad con carácter definitivo, lo que ha supuesto reducir un 10% las emisiones de dióxido de carbono que se generaban en el conjunto de Balears. Además, los dos restantes van a pasar a funcionar de forma limitada, dado que solo podrán operar durante 1.500 horas anuales a partir de ahora y hasta agosto de 2021, y a partir de esa fecha únicamente 500 horas al año hasta la clausura definitiva de estas instalaciones de Endesa en Alcúdia.
La actuación desarrollada ayer en esta central, que usa el carbón para su funcionamiento, supone el primer paso hacia la supresión de ese combustible en las islas y hacia el objetivo impulsado desde el Govern de que en 2050 el 100% de la energía generada en el archipiélago sea "limpia", tal y como se contempla en la ley autonómica de cambio climático y transición energética.
Los dos grupos cuya actividad fue suspendida ayer con carácter permanente eran los más contaminantes de Es Murterar al ser también los más antiguos, ya que se habían puesto en funcionamiento en 1981. No fue hasta una década después cuando se puso en marcha el proyecto para ampliar esta central con otros dos.
Según se puso de relieve desde la conselleria de Transición Energética que encabeza Juan Pedro Yllanes, hasta el día de ayer la actividad de la central de Alcúdia era la responsable del 29% de las emisiones generadas en Balears y del 65% de todo el sector eléctrico del archipiélago. Hay que recordar que Es Murterar apareció en la lista de las diez instalaciones más contaminantes del país, según consta en el informe elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad de España.
El cierre de los dos grupos más antiguos de Alcúdia supone la reducción en un 10% de las emisiones de dióxido de carbono que se generan en las islas y de un 27% de las que produce el sector eléctrico balear, aspecto que se pone de relieve por el impacto de este gas en el efecto invernadero. Pero además, pone fin completamente a la expulsión de los óxidos de azufre, muy contaminantes, y de polvo en suspensión, dado que este problema no se produce con los dos grupos que quedan temporalmente operativos. Es por ello que un aspecto subrayado desde la citada Conselleria es la mejora sustancial en la calidad del aire que se favorece.
Generación eléctrica en Balears
Los cuatro grupos de la central de Alcúdia tienen una potencia aproximada de 125 megavatios cada uno, lo que supone que desde ayer ésta ha pasado de un total de 500 a 250 MW.
Además, los dos que quedan operativos pasan a tener un uso limitado. Desde ayer y hasta agosto de 2021 solo podrán estar activos durante 1.500 horas anuales, y a partir de esa última fecha este límite se recorta hasta las 500 horas al año, básicamente durante las puntas de actividad que se pueden dar durante los meses de verano y ante la bajada de actividad del resto de centrales de las islas en el caso de que algunos de sus equipos deban de ser revisados o sufran una avería, según se señala desde Endesa.
A partir de ahora, aumenta considerablemente el peso que va a tener la generación de electricidad en las centrales de ciclo combinado de Son Reus y Cas Tresorer, cuya potencia es de 500 MW en cada caso. El hecho de que funcionen con gas natural hace que sean menos contaminantes que las de Es Murterar, y su mayor utilización se plantea como un paso intermedio hasta alcanzar el objetivo de que la generación pase a ser limpia en un 100%, con una clara apuesta por la energía fotovoltaica, que también Endesa pretende impulsar en el archipiélago.
La decisión de utilizar la energía de una u otra central pasa a ser de Red Eléctrica, según se señaló ayer desde Endesa.
No hay fecha exacta para el cierre definitivo de los dos grupos de Es Murterar que, aunque con limitaciones, se van a mantener operativos, ya que la clausura completa de la central de Alcúdia está condicionada a la puesta en funcionamiento del segundo cable que debe de conectar Mallorca con la península. Aunque se espera que este último proyecto se apruebe en la planificación energética del periodo 2021-2026, lo que ha dado lugar a que se apunte como posible su puesta en funcionamiento en 2027, se reconoce que no existen garantías para ello, de ahí que no se oculte la posibilidad de que se produzcan demoras.
Lo que sí se quiere reforzar es la generación de energías renovables en el archipiélago, que si ahora suponen solo entre un 3% y un 4% del consumo, en 2022 se espera que cubran el 10%, para alcanzar el 35% en 2030.
Valoraciones positivas
Las reacciones emitidas ayer ante el cierre los dos grupos más contaminantes de Es Murterar fueron positivas. Para empezar, el GOB lo calificó de "hito" conseguido en parte por las reiteradas demandas emitidas desde los grupos ecologistas, y como un paso imprescindible y sin marcha atrás en la descarbonización de las islas.
En cualquier caso, desde esta organización se señaló que queda mucho trabajo por hacer en la planificación de las nuevas infraestructuras para la producción de energía en Balears. Además, el GOB reclamó la racionalización de una demanda que en su opinión no puede seguir creciendo y para la que se exige un "cambio de modelo".
El coordinador de Més per Mallorca, Antoni Noguera, también se sumó a los elogios al considerar el cierre de los dos grupos como un paso necesario para poner en marcha la transición energética, al tiempo que el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, puso de relieve que desde el Govern no solo se impulsan leyes pioneras, sino que también se aplican.
El propio vicepresidente Yllanes puso en valor la mejora en la calidad del aire que se va a conseguir sin que se ponga en riesgo el suministro eléctrico de la isla.
En este aspecto, su departamento tenía la pretensión inicial de organizar ayer algún acto en Es Murterar con motivo de la parada de esos dos grupos, pero Endesa rechazó cualquier iniciativa en este sentido.
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