Balears fue la comunidad autónoma con la tasa bruta más baja de fallecidos por cada 100.000 habitantes en 2018, ejercicio en el que tan solo las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla registraron un menor número de defunciones.

Así, Melilla registró una tasa de mortalidad de 609,7 personas por cada cien mil habitantes, Ceuta de 629,8 y Balears de 697,9. En el sentido contrario, las tasas más altas de defunciones se dieron en Asturias, con 1.292,5 fallecidos por ese segmento poblacional, seguida de Castilla y León (1.215,5) y Galicia (1.201,1).

El año pasado fallecieron en las islas un total de 8.206 personas, un 1,76% menos que las que dedejaron este mundo el año precedente, 8.353 en números absolutos, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De las 8.206 defunciones ocurridas en Balears en 2018, un total de 2.311 fueron por enfermedades del sistema circulatorio, 2.297 fueron por tumores; y 869 por enfermedades del sistema respiratorio.

71 suicidios

En cuanto a las muertes por causas externas, en Balears hubo 73 caídas accidentales, 71 suicidios; 512 por ahogamiento, sumersión y sofocación accidentales y 40 por accidentes de tráfico, entre las principales.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en ese año se produjeron en España 427.721 defunciones, 3.198 más que en 2017 y la tasa bruta de mortalidad se situó en 915,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes, con un aumento del 0,3 % respecto al año anterior.

Por sexos, en el año contemplado fallecieron 216.442 hombres y 211.279 mujeres. Murieron 944,7 varones por cada cien mil hombres, con un aumento del 0,7% respecto al año precedente, y 887,1 féminas por cada cien mil mujeres, variable que no experimentó variación frente al ejercicio inmediatamente anterior.

Las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos, ya que normalmente hay más defunciones por el efecto de la estructura de la población por edad.

Por ello, para corregirlo, el INE calcula las tasas de mortalidad estandarizadas, que representan la mortalidad de la comunidad autónoma si todas tuvieran la misma composición por edad.

En este caso, las regiones con las tasas estandarizadas de mortalidad más elevadas fueron la ciudad autónoma de Melilla (1.009,2), Andalucía (953,6) y la ciudad autónoma de Ceuta (952,6). Las tasas estandarizadas más bajas se localizaron en Madrid (689,0), Castilla y León (757,1) y Navarra (761,8).

Según las principales causas de muerte, las mayores tasas brutas de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio se registraron en Asturias (379,0 fallecidos por 100.000 habitantes), Galicia (357,6) y Castilla y León (341,8).

Si se consideran las tasas estandarizadas, Andalucía tiene la mayor tasa de mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio (300,4), seguida de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta (277,9 y 273,5, respectivamente).

Las mayores tasas de defunciones por tumores se dieron en Asturias (355,5 fallecidos por 100.000 habitantes), Castilla y León (322,9) y Galicia (312,9). Las estandarizadas debidas a tumores se registraron en Asturias (262,9), Extremadura (258,1) y la ciudad autónoma de Melilla (250,9).

Las enfermedades del sistema respiratorio se situaron como tercera causa de muerte en todas las comunidades. Las tasas brutas de mortalidad más elevadas debidas a estas enfermedades se dieron en Castilla y León (161,9 fallecidos por 100.000 habitantes), Asturias (157,4) y Galicia (157,2). Canarias registró la mayor tasa estandarizada de mortalidad debido a enfermedades del sistema respiratorio (127,7), seguida de Murcia (123,3) y de Melilla (116,7).