El aumento de la ludopatía entre los más jóvenes es una realidad y las cifras lo ratifican: 45.000 menores juegan diariamente al menos dos horas en España. Unos números que siguen creciendo. Por ello, desde la Federación de Asociaciones de Familias de Alumnos de Mallorca (FAPA) celebraron ayer una mesa redonda en Palma para poner freno a esta proliferación. Las líneas rojas que se marcaron fueron muy claras: eliminación de la publicidad del juego, retirada del alcohol en las casas de apuestas, suprimir las máquinas tragaperras de los bares y políticas valientes por parte de las administraciones públicas que acaben con esta práctica.
"La ludopatía es como las drogas, es muy adictiva""La ludopatía es como las drogas, es muy adictiva". Así comenzó su alegato el psicólogo e investigador de conductas de riesgo y juegos online en la universidad Miguel Hernández, Daniel Lloret, quien puso el acento en la labor de los gobiernos. "Tenemos un problema y es que la ley no lo acota", indicó. Unas palabras que fueron asentidas por todos los presentes. Y los reproches no cesaron. El padre de un joven que ha sido ludópata no tuvo reparos en achacar al Ejecutivo central "que no hace nada". "El Gobierno no ha gastado ni un euro en informar ni explicar qué es la ludopatía", manifestó.
Según los expertos, el perfil del adicto ha ido cambiando a lo largo de los años en un sector en expansión que, dice Lloret, aún no ha tocado techo. Y pese a que internet ha abierto un nuevo escenario en el que la fácil accesibilidad y comodidad es su principal atractivo, los juegos más habituales continúan siendo las ruletas, con un 40%, seguido de las apuestas deportivas y las máquinas tragaperras con un 17% respectivamente. Unos datos que recoge la Associació Juguesca y que van más allá: la mitad de sus pacientes son menores de 35 años, lo que evidencia la proliferación de la ludopatía entre los jóvenes.
"El problema es que nos están dando una visión positiva del hecho de apostar, como si fuera una oferta de ocio más", asegura la psicóloga clínica especialista en adicciones de esta entidad Júlia Monge, quien destaca que esto perjudica directamente a los menores.
Otro problema que se puso sobre la mesa fue la proximidad de las casas de apuestas a los centros escolares. En concreto, según la normativa, en Balears es de cien metros, mientras que en otras comunidades como Cantabria o Navarra es de 500 y 400 metros respectivamente. "La realidad es que la legislación no ha hecho su trabajo de tutelar a los menores", señalan desde FAPA.
En este punto, Montse Juan, socióloga e investigadora en el Institut Europeu d'Estudis en Prevenció (IREFREA), habla de la importancia de la prevención. "Hay que trabajar conjuntamente padres y administraciones para acabar con esto, y hacerlo de una manera preventiva", indica. ¿Cómo? "Con políticas valientes que pongan freno a esta práctica", afirma Juan, quien enumera alguna de ellas: eliminar la publicidad del juego, suprimir el alcohol en las casas de apuestas, retirar las 4.216 máquinas tragaperras que hay en los bares de la isla y dispersar las ofertas. "Hay revertir la situación ya", sentencia la socióloga mallorquina.
Adictos al juego
La Associació Juguesca ha atendido este año a 62 pacientes nuevos con adicciones al juego. Una cifra que se ha duplicado en apenas tres años. Así, en 2016 la entidad atendió a 33 personas con problemas de ludopatía, en 2017, a 39 y en 2018, a 49. Otro dato destacable: de las 94 personas que actualmente la asociación está tratando, 91 son hombres y tan solo hay tres mujeres. Así, los hombres superan "significativamente" a las mujeres tanto en el caso de quienes se iniciaron en el tratamiento, como en el de los atendidos por problemas o adicciones.
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