El pleno del Parlament aprobó ayer con los únicos votos en contra de PP y Vox instar al Gobierno central y al Congreso de los Diputados a presentar una iniciativa para modificar el Código Penal con el fin de "facilitar una muerte digna" y despenalizar la eutanasia "en aquellos casos en los que la persona plantee la posibilidad de poner fin a la vida, por decisión propia", regulando este asunto para que quede garantizado como un derecho.

Además, la proposición no de ley presentada conjuntamente por PSIB, Podemos y Més insta al Ejecutivo estatal a aprobar una iniciativa legislativa que regule "sistemáticamente y de manera ordenada los supuestos en los que la eutanasia no sea tipificado penalmente", un punto que también contó con el respaldo de toda la Cámara salvo PP y Vox.

Los populares sí votaron a favor del primer punto de la proposición no de Ley, por la que se insta a elaborar una Ley estatal de Derechos y Garantías de las personas en proceso de morir, una cuestión a la que también se opuso Vox que, en esta cuestión, fue el único partido en votar en contra.

La popular Nuria Riera defendió el "consenso" que se alcanzó en 2015 respecto a centrarse en las curas paliativas y mostró su rechazo a la eutanasia. Los populares presentaron una enmienda a la propuesta de los partidos del Pacto, que la rechazaron, instando a elaborar una Ley estatal "que haga efectiva la aplicación de las curas paliativas a toda la sociedad, con el fin de que, con los máximos recursos posibles, se garantice la calidad de vida y la dignidad de la persona". Riera defendió que el objetivo es "eliminar el sufrimiento de las personas sin eliminar a las personas que sufren"

La socialista Beatriu Gamundí incidió en que apostar por las curas paliativas no es incompatible con regular la eutanasia y acusó al PP de "intentar mantener una equidistancia en un tema sensible como el de la eutanasia, con la que están de acuerdo la mayoría de sus votantes" para, ante determinadas situaciones, tener el derecho a decidir para una muerte digna.

"No se puede entender la muerte digna de manera parcial, es necesario dar un paso más que sólo se logrará con la regulación de la eutanasia y el suicidio asistido", sostuvo Gamundí quien defendió también incluir esta prestación en la cartera básica de servicios comunes de la sanidad pública con el fin de que se garantice que se trata de un "derecho universal de la población española". Para la diputada socialista, la despenalización de la eutanasia va "más allá de las ideologías de derecha y de izquierdas, es un tema de humanidad, de la defensa de la dignidad de la vida, del reconocimiento del derecho a la buena muerte y la capacidad de las personas de ejercer la libertad".

En el mismo sentido se expresó Antònia Martín, de Podemos, quien sostuvo que "España es un país maduro, competente y capaz de regular la eutanasia", a la vez que consideró que "es falsa esa dicotomía entre cuidados paliativos y eutanasia, ya que ambos son necesarios".

Miquel Ensenyat, de Més, consideró que "nada ni nadie puede justificar el sufrimiento inútil de una persona o el alargamiento artificial de la vida contra su voluntad".

Desde Vox, Sergio Rodríguez acusó al Pacto de avanzar en "la cultura de la muerte" y defendió que según la definición de la RAE eutanasia significa "matar" por lo que "lo que quieren es despenalizar el asesinato en algunos supuestos".