La Plataforma Antiautopista criticó ayer que el Consell de Mallorca "ha comenzado a verter 140.000 toneladas de escorias sobre los acuíferos de Campos y Llucmajor", por los materiales con los que se construirá la vía de servicio del trazado, que los ecologistas califican de "vertedero de residuos en línea".

En un comunicado, el grupo que engloba a diversas entidades ecologistas exigió "que de forma inmediata se detenga el vertido". Según informan, ya se habrían volcado "irresponsablemente" más de 20.000 toneladas y quedarían 123.000 pendientes.

Para la Plataforma, lo más adecuado sería retirar estos materiales y depositarlos en un vertedero "en condiciones de seguridad".

La Plataforma -que incluye al GOB, Amics de la Terra, Ecologistes en Acció, Terraferida y Salvem Portocolom- presentó en verano una denuncia por los materiales utilizados en la obra. Los ecologistas mantienen que estas escorias procedentes de la incineración de residuos sólidos de Son Reus son tóxicos.

Transcurridos unos meses, ha recibido una respuesta de la Conselleria de Medio Ambiente del Govern, pero no del Consell. Según la Plataforma, la respuesta del Govern está "llena de analíticas y consideraciones legales" e "insiste en demostrar" que el uso de estos materiales es "inocuo para la población y el entorno" y que se cumple la normativa.

Riesgo de contaminación

Aunque los Antiautopistas valoran que el Govern haya contestado a la denuncia -en contraste con el "silencio vergonzoso" del Consell- siguen "convencidos" de que la decisión de utilizar estos materiales es "peligrosa".

La Plataforma sostiene que "no se garantiza que las escorias no sean tóxicas", ya que "no se ha hecho un seguimiento exhaustivo" de su composición química; que "no se conocen los centenares de sustancias que se encuentran en las escorias".