El Govern obligará mediante decreto a inscribirse en un registro autonómico a los 2.000 agentes de la propiedad inmobiliaria (APIS) que operan en Baleares para controlar quién opera en este sector, luchar contra el intrusismo y proteger al consumidor, sea comprador o vendedor un de inmueble.

El conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, se reunió ayer en Palma con las tres asociaciones de este sector (ABSI, APIS y ABAI) para analizar el contenido del futuro decreto, que estará aprobado el próximo año 2020. Las asociaciones han alabado esta iniciativa del Ejecutivo para poner orden en el sector de los APIS en Baleares, que no está regulado en España, y "dar las máximas garantías" a los ciudadanos que quieran comprar o vender sus viviendas a través de estos profesionales.

No cualquier persona

Los agentes de la propiedad inmobiliaria deberán contar con una mínima formación, estar inscritos en el referido registro público, adherirse a un código deontológico y contar con un seguro de responsabilidad civil. "Cualquier persona no puede operar como API, así se devalúa el sector", resaltó el conseller antes de defender la necesidad "importante" de esta regulación con carácter inmediato.

A partir de ahora, la Conselleria y las asociaciones trabajarán para definir los criterios de formación de los profesionales que ejerzan en Baleares, la concreción de un código deontológico y la garantía de que el consumidor pueda, o bien acudir a una oficina en concreto o tener la posibilidad de contactar directamente con el profesional en cualquier momento. También se deberá garantizar la solvencia económica, por lo que los APIS deberán tener un seguro de responsabilidad civil.

La presidenta del Colegio y de la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las Islas Baleares (API), Natalia Bueno, señaló que solo el 10% de los 2.000 profesionales del sector están asociados a ésta u otra entidad profesional.

El resto están "totalmente descontrolados, sin seguros de responsabilidad civil, ni de caución y sin tener ningún tipo de conocimiento, aunque algunos de ellos tienen grandes oficinas y dan sensación de gran solvencia", denunció. Bueno recordó la gran estafa inmobiliaria que se vivió en Balears hace dos veranos cuando se vendieron solares que "ni siquiera" estaban en manos de esos agentes: "En Europa este sector está regulado; no puede ser que aquí en Baleares campi qui pugui", lamentó.

La situación es aún peor en verano, por ejemplo en Eivissa, donde "proliferan vendedores extranjeros, de toda Europa, que vienen a hacer el agosto con la compra y alquiler de viviendas y después desaparecen", criticó.

Por su parte, el presidente de la Asociación Balear de Asesores Inmobiliarios (ABAI), Francisco Sanfrancisco, señaló que la inversión más importante que suele realizar una persona en su vida es la compra de su casa, por lo que, para ello, debe contar con el asesoramiento de profesionales "acreditados". Y el presidente de la asociación balear de servicios inmobiliarios (ABSI), Toni Gayà, consideró "importantísimo" que el c comprador o vendedor, tenga "garantía de seguridad" en su operación y que, además, "sienta que detrás está el Govern balear.