Los expertos en la materia son conscientes de que cada vez circulan más mentiras por la red y que no será infrecuente que te cuelen una noticia falsa. Por ello, el departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la UIB, en colaboración con la Fundació Bit, debatió ayer sobre este asunto con alumnos de primer curso en el transcurso del coloquio Jo com a altaveu de (des)informació.

Tras la proyección de un inquietante capítulo de la serie Black Mirror de Netflix que abordaba el asunto desde un punto de vista futurista y apocalíptico, Isabel Llodrà, coordinadora del Área Cibersociedad de la Fundació Bit, recomendó como pauta inicial "autocensura y responsabilidad" antes de compartir una información.

"Hay que tener claro quién la publica, qué institución está detrás, si figura algún contacto o vía para contrastarla y que, si la utilizas, obtengas una respuesta", recomendó como primer paso de verificación Llodrà a su auditorio.

También aconsejó la experta estar muy pendiente de los enlaces que acompañen a la información, que no estén obsoletos y que realmente enriquezcan a la noticia. La presencia de faltas de ortografía en el texto recibido también debería alertar al receptor responsable, que en opinión de la coordinadora de la Fundació Bit debería comprobar "si a esa misma información se puede acceder a través de varios navegadores, si está disponible en diferentes idiomas o si se puede imprimir" como otros avales de su veracidad.

Tras admitir que las redes sociales cambian con velocidad y que es difícil dar pautas de actuación "universales", Llodrà remitió a las normas que regían el uso de la red en sus inicios, cuando esta no transcurría aún por banda ancha. Rubén Comas, profesor del departamento de Pedagogía Aplicada que participó en el coloquio junto a su compañera Mercè Morey, explicó que este proyecto forma parte del primer año de un convenio de colaboración de dos con la Fundació Bit que, en el próximo, se centrará en un receptor más vulnerable ante posibles fake news: alumnos de ESO y de Bachillerato.

Entre los alumnos asistentes hubo opiniones diversas. Desde el que manifestó que no compartía ninguna información que no le gustaría que circulara sobre él mismo a la que aseguró que solo la difundía o le daba un like tras haberla leído con detenimiento y nunca siguiendo a la mayoría. "Si no estás de acuerdo con un tuit, ¿para qué hacerlo viral?", se preguntó.

Criterio sí, pero ¿es necesaria una ley de seguridad digital que permita parar internet para preservar los intereses del país o se trata de una medida para coartar ideas o a naciones discrepantes?, concluyeron los ponentes aludiendo a la iniciativa socialista.