Una mujer natural de El Salvador solicitó asilo político al llegar a Mallorca, denunciando que en su país estaba siendo perseguida y amenazada por una peligrosa banda conocida como Mara Salvatrucha. Se trata de un grupo compuesto por pandilleros que se ha extendido por varios países centroamericanos y que se caracteriza por su extrema violencia. Los integrantes de este grupo criminal destacan por llevar la mayor parte del cuerpo con tatuajes, algunos incluso en toda la cara. Además, utilizan su propio lenguaje de señas para comunicarse. Se les ha relacionado con actividades criminales, incluidos secuestros por encargo y asesinatos, así como el tráfico de drogas a gran escala.

Esta mujer, que es abogada de profesión, salió de su país y entró en España a través de Mallorca. En la isla acudió a la comisaría de Policía para solicitar una orden de protección, debido a que en su país de origen, donde vivía la mayor parte de su familia, estaba siendo amenazada por esta organización criminal.

El Ministerio de Interior, inicialmente, le ha denegado esta protección. Sin embargo, los jueces han decidido que las autoridades vuelvan a estudiar toda la documentación que ha presentado la solicitante y se valore de nuevo si merece o no recibir el derecho de asilo.

La mujer asegura que la organización de pandilleros la estaba extorsionando en su ciudad para que asesorara a sus miembros como abogada. Además, uno de ellos quería contraer matrimonio con ella, sin respetar su deseo de no casarse con este individuo.

La ciudadana de El Salvador también detalló en su petición de asilo su temor a que la violaran o, incluso, la asesinaran. Aseguró que su familia también sufrió casos de violencia cometidos por la Mara Salvatrucha. Detalló un episodio ocurrido en su ciudad. Hubo un tiroteo entre pandillas rivales y resultaron heridos varios jóvenes. Amenazaron a su hermana, que es enfermera, para que atendiera a uno de los heridos y le curara.

También describió otros episodios de violencia que padecieron algunos familiares. Así, su hermano y su tío fueron sorprendidos por unos pandilleros, que les amenazaron con armas de fuego. No les dispararon, pero sí golpearon a uno de ellos.

Los jueces han estudiado esta petición de asilo, inicialmente rechazada por el Ministerio de Interior. Se señala que, en efecto, en El Salvador existen colectivos que son especialmente sensibles a las amenazas de estas maras, integradas por grupos de pandilleros juveniles, que tienen atemorizados a muchas personas. Así la asociación ACNUR ha recomendado que se acepten las propuestas de asilo planteadas por ciudadanos de El Salvador, dado que se ha comprobado que las personas que se resisten a cumplir las órdenes de estos grupos de pandilleros suelen sufrir después episodios de violencia extrema. Ante estas circunstancias especiales, los jueces han ordenado al Ministerio del Interior que vuelva a analizar la petición de esta mujer y que valore si su vida está en peligro ante la posibilidad de que la obliguen a regresar a su país.

La Mara Salvatrucha nació en Estados Unidos y la formaban inmigrantes de El Salvador. La organización no permite la salida de los integrantes. La única forma de salir es con la muerte.