Que la ecotasa acabe financiando la remodelación del Conservatorio de Menorca, la sede de la Simfònia o la ampliación del metro de la UIB hasta el Parc Bit dependerá de la tramitación de los presupuestos en el Parlament. Los socios externos del Pacto, Més per Menorca, molestos por lo que consideran una perversión del impuesto turístico y por lo que ya rompieron la mayoría de izquierdas con su abstención ante las enmiendas a la totalidad de la oposición, anuncian ahora un paquete de enmiendas para cambiar el reparto de los fondos de la ecotasa.

Las primeras cuentas de esta segunda legislatura del Pacto entran en la recta final de su tramitación pendientes de la negociación del Govern con Més per Menorca, que rechaza la utilización de la ecotasa para financiar proyectos que, entienden, no se ajustan a los objetivos previstos para el impuesto turístico. Según informa el propio portavoz de los ecosoberanistas menorquines, Pep Castells, su formación presentará un paquete de enmiendas con el objetivo de modificar el reparto.

El jueves que viene finaliza el periodo para registrar las enmiendas parciales y los menorquines dan por seguras sus enmiendas en este sentido. La primera de ellas, contempla, precisamente, modificar a través de la ley de presupuestos la ley del impuesto turístico para que sea el pleno del Parlament quien tenga la última palabra a la hora de asignar los fondos de la recaudación de este tributo. Con ello, pretenden que el acuerdo de la Comisión de Turismo Sostenible, responsable, al menos sobre el papel, del reparto, deba ser sometido a votación.

Cabe recordar que de los 105 millones de recaudación de este año, el Govern absorbe hasta 100 millones, 22 más que otros años en detrimento de consells y ayuntamientos, que, en buena parte sirven para maquillar los recortes en inversiones para el año 2020.

Del metro a diversificación

Más allá de esta enmienda al articulado de la ley, los menorquinistas anuncian enmiendas concretas sobre los fondos de la ecotasa previstos para el metro al Parc Bit, el Conservatorio de Menorca y la sede de la Orquesta Simfònica.

Castells ya comunicó a la presidenta del Govern, Francina Armengol, que ante la actual situación financiera de la comunidad "no es el momento" de invertir 20 millones de euros en el proyecto del metro, que tildó de "capricho". La enmienda que anuncia ahora Castells propone que los 10 millones de la ecotasa previstos para este proyecto viario se destinen a proyectos para la diversificación de la economía de las islas. En el caso de los siete millones para la rehabilitación del Conservatorio de Menorca y de los siete para la Caja de Música, los menorquines pretenden que se destine a proyectos medioambientales.

Otro extremo que plantean, si bien aún están estudiando sus posibles efectos, es presentar una enmienda parcial a la totalidad del capítulo referido a esta inversión.

Con un previsible apoyo de todos los partidos que han cuestionado el reparto de la ecotasa -PP, Ciudadanos, Vox, El Pi e incluso Gent per Formentera e Izquierda Unida, que tiene un diputado- las enmiendas de los menorquines podrían salir adelante y dejar en jaque estas inversiones de la ecotasa.