El tratamiento lastimoso que el Estado dispensa a Balears es un secreto a voces en las otras comunidades, que la sitúan en el furgón de cola como una región especialmente "desfavorecida" por el "Gobierno central". Este refrendo del maltrato económico se acentúa entre los catalanes, que sitúan claramente a su archipiélago vecino como la autonomía más despreciada por Madrid. Estos resultados se desprenden de la encuesta Percepción sobre el debate territorial en España, realizada por el Centre d'Estudis d'Opinió dependiente de la Generalitat.

El CEO equivale al CIS, y ha adquirido nombradía por tomarle el pulso periódicamente a la evolución del independentismo en Cataluña. El CEO ha salido de su ámbito natural para efectuar 3.600 entrevistas en todo el Estado. Sondear a los habitantes de las distintas regiones no es un procedimiento más arbitrario que las balanzas fiscales, para evaluar la flagrante desigualdad en el trato del Gobierno. Sin embargo, la interferencia de la actualidad provoca que más de la mitad de los españoles consideren que Cataluña es la comunidad que recibe una atención preferente, seguida de Madrid, Euskadi y Andalucía entre las regiones en dos dígitos. En cambio, Balears queda relegada a la posición número trece de 17, especialmente maltratada y en una zona del escalafón tan degradada que los datos ni siquiera son significativos.

En concreto, menos de un uno por ciento de los españoles consideran que Balears es una de las tres regiones "que favorece el Gobierno central". La Administración privilegia a las comunidades en conflicto, dotadas de capitalidad, con privilegios forales o con peso demográfico. Por contra, desprecia a las entidades menores, entre la que Balears ocupa una posición singularmente dolorosa.

El reconocimiento o humillación entre las regiones peor tratadas se agudiza al preguntar a los 800 catalanes encuestados. Sitúan casi unánimemente a Balears como la comunidad más desfavorecida, a diferencia abisal de la penúltima, que es Aragón. La conclusión es que el desequilibrio de la relación entre Madrid y Palma se observa con mayor nitidez en el exterior que en el interior de la autonomía damnificada. La encuesta del CEO no escapa a los clisés, cuando dos de cada tres españoles que no viven en Cataluña la sitúan como predilecta del "Gobierno central".

El CEO se adentra en las espinosas relaciones personales, al preguntar por la región preferida para tener un compañero de trabajo. Los menos cotizados como colegas son los baleares, que al menos tampoco sobresalen como los menos preferidos.

Los mallorquines "no caen ni bien ni mal", la inmensa mayoría de opiniones los sitúan en el templado cinco, en una escala donde el cero es "caer muy mal" y el diez es "caer muy bien". De ahí que sean los menos "simpáticos" del país, solo empeorados por los vascos. Esta valoración puede conducir a acusaciones de incitar a un enfrentamiento entre comunidades.

Uso del catalán

Una parte de los baleares se incluyen entre el diez por ciento de encuestados, junto a catalanes y valencianos, que consideran el catalán como idioma propio. El porcentaje es muy inferior al treinta por ciento de la población que reside en las tres comunidades. Con el problema añadido de que la inmensa mayoría adquirieron el idioma "en casa cuando eráis muy pequeños", según el sondeo. La incorporación de dicho idioma como "propio" a través de la escuela o en estado adulto es ínfima. El CEO ha ponderado sus resultados, para evitar la preeminencia artificial de las comunidades donde se ha efectuado un mayor número de entrevistas.