Los supermercados cooperativos tienen una tímida presencia en Mallorca, siendo el de San Crispín el único existente. Por ello, un grupo promotor pretende replicar las fórmulas que se han implantado en Valencia, con Som Alimentació; y en Bizcaia, con Labore.

El objetivo es construir un supermercado de productos ecológicos y de proximidad, que eliminen los intermediarios para que el precio no se dispare. En este sentido, uno de los promotores, Josep Balanzat, plantea la idea del negocio como una forma que permita a todas familias comer saludable a un precio reducido.

El proyecto, que lleva más de ocho meses planificándose, plantea ser lanzado el año que viene. Los impulsores explican que funcionará con un tejido de socios donde cada uno aportará unos 100 euros anuales y varias horas de trabajo. La motivación de la cooperativa no será lucrativa, si no poder hacerse cargo de los gastos que tendrá.

Al contrario de otros modelos, los clientes podrán comprar pero a un precio superior al de los socios. “Comprar ecológico en Mallorca es inalcanzable para muchas familias. Queremos construir una alternativa ética, sostenible y saludable que se apoye en la calidad del producto local y que permita hacer la compra completa”, indica uno de los promotores, Josep Balanzat.

Por otro lado, han informado que han mantenido conversaciones con la Asociación de Producción Agraria Ecológica de Mallorca (APAEMA) para concretar los agricultores locales que facilitarían productos a la cooperativa.