La Inspección de Trabajo ha expedientado ya a las primeras empresas de Balears por no aplicar el control de la jornada laboral de sus empleados e incluso por falsificar los datos que figuran en el mismo, con nueve propuestas de sanción por un valor global de 11.804 euros. Hay que recordar que recientemente se anunció en Palma que la fase informativa tocaba a su fin y que, además de incrementar el número de controles en esta materia, a partir de ahora los incumplimientos van a ir acompañados de las correspondientes multas.

Hasta ahora se contabilizan nueve expedientes en Balears, fruto de las campañas que se desarrollan por la colaboración del Ministerio y de la conselleria de Trabajo, y en algún caso con una propuesta de sanción de 3.125 euros por tratarse de una irregularidad especialmente grave. Hay que recordar que las multas derivadas del incumplimiento de la obligación de controlar la jornada de los empleados, en vigor desde el pasado mes de mayo, van de un mínimo de 626 euros hasta el importe antes señalado como máximo.

Concretamente, uno de los expedientes se debe a que el inspector acudió a una empresa para encontrarse con que, siendo las 12,20 horas de la mañana, dos trabajadores habían tenido que registrar ya que su salida de ese día se había producido a las 17,30 horas de la tarde, lo que supone una evidente falsificación de los datos, que en este caso se registraban de forma manual sobre papel, el sistema más criticado por los sindicatos. Este caso recibe una propuesta de sanción máxima.

Otro de los expedientes se ha abierto porque al realizar la inspección el 30 de julio, los datos de dicho registro solo alcanzaban hasta el día 28 de ese mes.

Un tercer caso ha consistido en que la empresa no disponía del registro al realizarse la inspección, y una vez citada posteriormente, aportó unas hojas mensuales que no incluían ni el horario de inicio y fin de la jornada ni identificaban al trabajador, lo que supone incumplir totalmente las condiciones que esta medida debe de cumplir.

Otro de los expedientes se ha abierto porque al visitar una empresa no disponía del registro en ese centro de trabajo y se remitía a la central ubicada en otra ciudad española.

Finalmente, hay cinco casos en los que se ha reconocido que simplemente ese control no se estaba realizando.

Un dato a tener en cuenta: estos nueve expedientes van acompañados de una propuesta de sanción, pero los representantes de la Conselleria y del Ministerio ya señalaron a principios de este mes que durante la campaña especial de controles, que se desarrolla durante el verano con inspectores llegados de la península, se detectaron otras 151 empresas que no realizaban dicho control, pero a las que en lugar de multar se les apercibió para que pusieran esta medida en marcha, dentro de la primera etapa informativa de aplicación de esta iniciativa.

Este número de irregularidades explica por qué la planificación de la Inspección de Trabajo, para 2020, elaborada en coordinación con la Conselleria, incluye un fuerte aumento de los controles a realizar en relación a los horarios, pasando de las 600 empresas vigiladas sobre este tema en 2019 a las más de mil fijadas para el próximo ejercicio, con el anuncio además de que ahora ya se va a entrar en una fase con un mayor peso de las sanciones.

Numerosos incumplimientos

Desde UGT y CCOO se destaca la importancia que la Inspección de Trabajo tiene en relación a este tema, dado el elevado fraude laboral que se viene detectando en las islas.

En concreto, el secretario general de UGT en Balears, Alejandro Texías, insiste en que aunque en las grandes empresas, con representación sindical, el control de los horarios se aplica de forma mayoritaria, en las pequeñas se sigue dando un altísimo grado de incumplimientos e irregularidades, favorecidas estas últimas porque el registro se sigue haciendo sobre papel en la mayor parte de los casos.