La exdiputada autonómica de Podemos, Montse Seijas, no será readmitida en la formación 'morada'. El tercer intento de la política de que la Justicia le diera la razón y anulara el proceso de expulsión del partido ha fracasado. El Supremo considera ajustado a derecho, e incluso justificado, el proceso sancionador que inició Podemos contra su persona por entender que la conducta de Seijas eran incompatibles con los principios del partido.

Todo este conflicto interno en Podemos deriva de un chat en el que participaban diversos cargos políticos de la formación. El día 30 de octubre de 2016 se debatió en un cruce de mensajes la decisión del Govern, al que Podemos daba su apoyo, de no renovar el convenio económico del que dependía el laboratorio que dirigía Daniel Bachiller, destacado representante del partido en Balears.

La discusión la inició la entonces presidenta del Parlament y también miembro de Podemos, Xelo Huertas, que anunció que iba a votar en contra de la aprobación de los presupuestos autonómicos iba a votar en contra de la aprobación de los presupuestos autonómicos si no se solucionaba la renovación del convenio del laboratorio de investigación. Acto seguido la también diputada Seijas intervino en la discusión y anunció su intención de apoyar la iniciativa de Huertas, amenazando también con votar en contra de la aprobación de las cuentas públicas.

Al día siguiente se reunió el Consejo Ciudadano Autonómico del partido, en el que las dos diputadas propusieron tratar el asunto de la no renovación de la subvención al laboratorio. En esta reunión, Seijas manifestó que no iba a obedecer ninguna comisión de garantías que no fuese la estatal y siempre que sus derechos fueran respetados. A pesar de las amenazas de las dos diputadas, al final Podemos dio su apoyo a los presupuestos presentados por el Govern.

Esta decisión, sin embargo, no evitó que se iniciara un expediente disciplinario contra los tres integrantes de Podemos salpicados por esta polémica -las dos diputadas y Bachiller, que también era militante del partido-. El día 5 de diciembre de 2016 la comisión de garantías democráticas autonómica de Podemos acordó las tres expulsiones, una decisión que días más tarde sería ratificada por la comisión estatal. Se analizó la actuación de la diputada Seijas y se llegó a la conclusión de que había cometido una infracción calificada de muy grave dentro de los estatutos del partido.

Aunque tanto Xelo Huertas, como Montse Seijas fueron expulsadas de la formación 'morada', no renunciaron a su acta de diputadas y continuaron ejerciendo su cargo público formando parte del Grupo Mixto. Asimismo, dejaron de abonar a Podemos la parte proporcional de su nómina.

Seijas no aceptó la decisión interna y ha agotado todos los recursos judiciales a su alcance para que se anulara su expulsión. Es decir, pretendía que los jueces acordaran su vuelta a la formación política, a pesar de que la mayoría de sus compañeros apoyaron su expulsión.

Una docena de alegaciones

Primero fue el juzgado de primera instancia, después la Audiencia de Palma y ahora el Tribunal Supremo. Todos los jueces llegan a la misma conclusión: la expulsión fue legal. La política planteó hasta una docena de alegaciones para lograr su retorno al partido, denunciando que no habían respetado sus derechos constitucionales. Sin embargo, en la sentencia del Alto Tribunal se critica que la defensa de Seijas realice una lectura sesgada del expediente sancionador. Los magistrados descartan que se hubiera violado algún derecho de la exdiputada en este proceso de expulsión del partido político.