La conmemoración de los 40 años de ayuntamientos democráticos ayer en el Club DIARIO de MALLORCA incluyó un debate entre alcaldes que cubren estas cuatro décadas de gestión municipal en Mallorca. Moderados por el periodista Joan Riera, el primer alcalde democrático de Palma tras la muerte de Franco, Ramon Aguiló (elegido por el PSOE); Margarita Nájera (PSOE), alcaldesa de Calvià entre 1998 y 2003; Pere Rotger (PP), alcalde de Inca en varias legislaturas hasta 2010; Xisca Mora (El Pi), actual alcaldesa de Porreres y Miquel Ensenyat (Més), alcalde de Esporles entre 2005 y 2015 recordaron su llegada a los ayuntamientos y los retos a los que han tenido que hacer frente en este tiempo. Todos ellos coincidieron en resaltar la financiación municipal como una de las grandes asignaturas pendientes.

En este sentido, incidieron en que los consistorios son los que reciben de una manera más directa las exigencias de un buen servicio por parte de los ciudadanos, ante lo cual se encuentran con limitaciones en sus arcas para dar respuesta. "Son otras instituciones las que deciden cuáles son los ingresos de los ayuntamientos, pero los ciudadanos reclaman a los ayuntamientos", incidió Aguiló. Mora resaltó que son "las instituciones más saneadas" económicamente, a la vez que cuentan con pocos ingresos propios. Eso hace que dispongan de ahorros que, a causa de la Ley Montoro y la regla de gasto , "no pueden utilizar para prestar los servicios".

"Es urgente acabar con la regla de gasto, porque es de juzgado de guardia que los ayuntamientos tengan que dar unos servicios y no puedan usar su dinero por una norma absurda", sostuvo Ensenyat. El exalcalde de Esporles resaltó que con la Ley Montoro y sus perjuicios, se dejó a un lado el debate sobre la "revisión de competencias de los ayuntamientos", otra cuestión que consideraron que debería plantearse, así como la necesidad de impulsar cambios para reducir el exceso de burocracia que impide dar respuesta rápida a las necesidades de los ciudadanos.

"Si algo habría que cambiar es encontrar la fórmula que haga más eficaces a los ayuntamientos y reduzca el tiempo que exige la burocracia para poner en marcha determinadas cuestiones", resaltó Nájera, quien puso como ejemplo la necesidad de poner suelo a disposición lo antes posible para construir viviendas protegidas. En este sentido, Rotger coincidió en que "si todos estamos de acuerdo en que la vivienda es uno de los principales problemas, en algún lado hay que hacerla ya sea modificando la densidad o recalificando suelo. Si todos estamos de acuerdo, ¿por qué se eterniza el que se adopten medidas?".

Rotger defendió que los ayuntamientos son las instituciones "en donde se hace la política menos politizada" ya que cuando se accede al poder municipal "llega un baño de realidad a la que el día a día hace que te adaptes, por lo que es donde se hace más política de proximidad que de partido".

Otro de los asuntos que se pusieron sobre la mesa es las dificultades que pueden encontrarse los consistorios ante las reclamaciones de grandes empresas. Nájera consideró que "los ayuntamientos nos hemos defendido bien, con independencia de que enfrente tengas a un gigante".

Para Ensenyat sí deberían adoptarse medidas para priorizar a las empresas locales, algo con lo que no se mostró de acuerdo Aguiló. "Es distinto estar en Europa que solos, pero estar en Europa da ventajas", dijo el exalcalde de Palma a modo de comparación. Para Aguiló, el gran cambio que debería producirse es que "el alcalde debería ser elegido directamente por los ciudadanos", no por designación previa de partidos.

El debate fue seguido con atención por los asistentes, entre los que se encontraban el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs; el delegado del Gobierno, Ramon Morey; la consellera de Hacienda del Govern, Rosario Sánchez; y Vicenç Rotger y Josep Francesc Conrado de Villalonga, consejeros de Editora Balear.