La llegada de pateras a Balears se ha disparado este año. Las embarcaciones con migrantes que han recalado en 2019 en las islas son más del doble que en 2018. Desde enero, las autoridades han interceptado 38 naves y han detenido a 480 tripulantes, la gran mayoría argelinos, 42 de ellos menores, frente a las 17 barcas localizadas con 199 inmigrantes en 2018 en nuestra comunidad. Así pues, antes de acabar 2019, ya se ha convertido en un año récord en cuanto al número de pateras y migrantes que han arribado al archipiélago.

El año 2017 también supuso un gran repunte de pateras. Fueron 23 las embarcaciones y 277 los tripulantes interceptados en las islas, prácticamente todos en Mallorca y Cabrera. Ahora, los migrantes arrestados en 2019 son casi 500 y han aumentado de forma espectacular en las Pitiüses, sobre todo en Formentera. Esta isla ha pasado de ocho inmigrantes detenidos en 2017 a catorce, el año siguiente, hasta llegar a 165, en 2019. Así, en los primeros años llegaba una sola patera a Formentera, mientras que en lo que llevamos de 2019 han arribado doce embarcaciones, las mismas que en Mallorca, según los datos que maneja la Delegación del Gobierno en Balears.

Aumento en Mallorca

En Mallorca, este año han desembarcado doce pateras (incluyendo las que llegan a Cabrera, ya que las naves siempre son remolcadas a la isla mayor), frente a las nueve barcas de 2018. Así, también ha aumentado el número de inmigrantes interceptados. El año pasado fueron detenidos124 argelinos, mientras que en 2019 la cifra ha ascendido a 145. Todos eran hombres, excepto una mujer embarazada que llegó a la zona del Mitjorn a finales de septiembre.

Mallorca batió su particular récord en 2017 con 22 naves, la mitad en Cabrera, con un total de 269 extranjeros interceptados, muy lejos de los 26 migrantes detenidos en 2016. La tendencia ha cambiado en estos dos últimos años y ya no se concentran los cayucos en Mallorca y Cabrera. Cada vez llegan más pateras a Eivissa y Formentera hasta el punto de que esta última isla ha superado a Mallorca en cuanto al número de inmigrantes arrestados en 2019.

Los expertos indican que las cifras de Balears distan mucho de los flujos migratorios del Estrecho o de otros enclaves como Canarias, Murcia, Andalucía o Valencia, donde cada año miles de migrantes se juegan la vida en un viaje desesperado por mar.

Desde el puerto de Dellys

La mayoría de los inmigrantes que llegan a Mallorca de forma irregular a bordo de las pateras proceden del puerto pesquero argelino de Dellys. Se trata de una travesía de unos 265 kilómetros (143 millas náuticas) que realizan en varias horas dependiendo de la potencia del motor de cada nave. Normalmente, los tripulantes llegan en buen estado físico.

Patricia Marín, técnica del departamento de Socorros y Emergencias de la Cruz Roja en Balears, señala que los inmigrantes suelen llegar bien. "Vienen en buen estado de salud. Este año alguno ha sufrido una contusión y otro hombre fue atendido por hipotermia porque se cayó al agua", recuerda. "No quieren venir a Balears. Su intención es llegar a la península. Se desvían de la ruta prevista. Balears no es su destino", aclara Marín. La Cruz Roja les presta una asistencia sanitaria inicial básica y ayuda humanitaria.

"El perfil suele ser siempre el mismo, un varón argelino", resume Patricia Marín. En cambio, desde el ámbito policial, han detectado un cambio de perfil. Ahora, los migrantes llegan con más dinero en sus bolsillos. Pueden llevar desde 1.500 a 2.500 euros para continuar su ruta por la península y Francia. Disponen de teléfonos móviles, ropa de marca y muchos conocen sus derechos e incluso hablan inglés. Desembarcan aseados, con ropa seca y bien vestidos, probablemente para pasar desapercibidos en tierra. Huyen de una situación sociopolítica cada vez más difícil en su país.

Los investigadores sospechan que un barco nodriza grande los guía y las últimas millas navegan en las pateras sin GPS. Son barcas de unos 5 o 6 metros de eslora y con motores de 40 caballos.