Bancos y particulares tratan de vender pisos con okupas viviendo dentro, rebajando hasta un 40% el precio original.

Portales inmobiliarios ofertan en sus páginas web viviendas "ocupadas por tercero sin título" tanto en Palma como en la Part Forana. En varios de ellos se especifica que son de bancos, la opción preferida por los ocupantes ilegales.

En portales como Idealista o Fotocasa se encuentran varios pisos entre 60 y 80 metros cuadrados en el palmesano barrio de Son Gotleu por precios que van de los 31.500 a los 37.000 euros (éste último empezó ofertándose en esta web por 64.800 euros).

En Ciutat el fenómeno parece que ha quedado circunscrito a la zona de Son Gotleu, pero este mercado de pisos con personas viviendo dentro sin permiso del propietario también se da en los pueblos.

También en la Part Forana

Páginas como milanuncios.com e inmobiliarias como Outlet de Viviendas promocionan pisos con personas viviendo dentro de forma ilegal en varios puntos de la Part Forana, como Inca, Manacor, Bunyola, Calvià o ManacorBunyolaCalviàsa Pobla.

En Manacor se pueden encontrar pisos de cien metros cuadrados y tres habitaciones por 95.600 euros o 101.900 euros (un 20% menos respecto al precio inicial). Otra vivienda de 85 metros cuadrados y dos dormitorios se oferta por 62.400 euros.

Estas webs se curan en salud dejando claro ya en el anuncio en qué condiciones se vende la propiedad y no ocultan qué puede suponer eso para un posible comprador.

Por ejemplo, en el anuncio de una de las propiedas que se oferta en estas condiciones en sa Pobla se señala que además de estar "ilegalmente ocupada" la vivienda está "sin los suministros debidamente contratados".

Se especifica también qué pasaría en los supuestos de que cuando se produjera la venta el propietario inicial ya hubiese iniciado una demanda judicial o una denuncia penal.

Imposible de visitar ni tasar

Otra condición que el posible comprador debe tener en cuenta y que se recuerda en el anuncio es que al estar el piso okupado difícilmente se podrá visitar antes de la compra y tampoco se podrá realizar la exigida tasación oficial para contratar una hipoteca.

En este caso, se puede intentar que el banco realice una tasación por comparación, basándose en varias propiedades similares, aunque lo habitual es que el aspirante pague al contado o acuda a otro tipo de financiación.

Este anuncio de Outlet de Viviendas aconseja que "el comprador obtenga asesoramiento profesional antes de adoptar la decisión de compra".

En uno de los pisos de Son Gotleu que se intentan vender con los okupas dentro a través de varias de las citadas webs se deja claro también que la propiedad "no responderá del estado conservación ni los vicios vistos y aparentes".

Asimismo, se especifica ya desde el anuncio que "será de cuenta del adquirente los trámites que conlleven la desocupación del inmueble" y que "cabe la posibilidad de subrogarse en el procedimiento iniciado por la vendedora".

De tres a doce meses

Cabe recordar que estos procedimientos para lograr la desocupación de un inmueble pueden alargarse de uno a doce meses, según cada caso particular (si es propiedad de una sociedad o banco es más difícil y los plazos se alargan; también si hay menores viviendo allí) y según la sobrecarga de trabajo que tenga el juzgado.

¿Qué cuesta ese proceso? Según Idealista, por la vía judicial hablaríamos de un coste medio de 2.100 euros. Se han dado casos de propietarios que han preferido pagar a los okupas para que abandonaran el piso (el pasado mayo un promotor se vio forzado a pagar a dos familias para que abandonaran unos pisos de nueva construcción en Palma).

Esa claridad en la información sobre las condiciones en las que se vende la vivienda es clave, según señala José Miguel Artieda, vicepresidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, que indica que este tipo de ventas con okupas dentro es legal siempre que el comprador "tenga constancia" de esta circunstancia, algo que debe quedar "reflejado ante notario", puntualiza.

Artieda indica que tiene la percepción de que la okupación está descendiendo y lo acota actualmente únicamente a zonas como Son Gotleu y sobre todo a pisos de bancos y sociedades ya que los propietarios han aprendido a proteger sus viviendas: "Se van cuidando más".

"Creo que ha bajado respecto a hace un año, entonces íbamos con mucho más cuidado, se alquilaban más alarmas y no dábamos pistas sobre dónde había pisos vacíos, por ejemplo no poníamos carteles según dónde", recuerda Artieda, que reconoce no obstante que también puede ser que "nos hayamos acostumbrado" a la okupación de pisos y por eso ahora nos llame menos la atención.