Un okupa se ha conformado hoy en la Audiencia de Palma con una pena de seis años de prisión por incendiar un piso propiedad de un banco en el que llevaba residiendo desde hacía más de un año en el barrio palmesano de Son Gotleu en octubre de 2018.

El acusado, español y con antecedentes por otros delitos, que lleva en prisión provisional desde que pegó fuego en la vivienda, ha confesado los hechos ante el tribunal de la sección primera. El hombre se ha declarado autor de un delito de incendio en casa habitada con peligro para la vida de las personas, tres delitos leves de lesiones y otro delito leve de usurpación. Además de los seis años de cárcel, ha aceptado cuatro multas que suman 360 euros y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros del edificio en el que provocó el incendio, en la calle Picos de Urbión, en Son Gotleu, en Palma, durante quince años.

La fiscalía solicitaba inicialmente para el procesado 15 años de prisión, pero ha rebajado la petición a seis años al aplicar el tipo atenuado de incendio, por la menor entidad en las consecuencias del fuego, ya que no alcanzó a otras viviendas gracias a la rápida intervención de los Bombers de Palma y a que las víctimas, una pareja de vecinos y su hijo de cuatro años, solo precisaron una primera y única asistencia médica por inhalación de humo.

"Yo estaba viviendo de okupa en esa casa. Me conformo porque si no me meten 15 años. A mí me tiraron de un segundo piso y le dieron fuego. Yo no lo hice pero me conformo. Bueno, me conformo sí", ha admitido el sospechoso a regañadientes ante la sala.

El presidente del tribunal ha dictado sentencia ´in voce´ contra el hombre y, una vez ha declarado la firmeza del fallo, ha mantenido al encausado en prisión. "Me declaro insolvente porque no tengo para pagar", ha manifestado el hombre en referencia a las multas que tiene que abonar. Luego, ha indicado que estaría dispuesto a cumplir trabajos en beneficio de la comunidad.

El procesado ha reconocido que ocupaba ilegítimamente un segundo piso situado en la calle Picos de Urbión sin la autorización del dueño, una entidad bancaria. El pasado 14 de octubre de 2018 por la tarde pegó fuego a una habitación de la vivienda. El domicilio quedó completamente devastado por el incendio.

El fuego puso en peligro la vida y la integridad física de los vecinos que se hallaban en las cinco plantas del edificio. Los moradores tuvieron que ser evacuados ante el riesgo de propagación de las llamas. Tres residentes de la finca, cuya vivienda se encuentra en la quinta planta, un matrimonio y su hijo de cuatro años, resultaron intoxicados por inhalación de humo. Esta familia se vio afectada al tragar el humo que se acumuló en el edificio hasta que pudieron salir a la vía pública. Los tres perjudicados recibieron asistencia médica.

El incendio obligó a movilizarse a los bomberos, quienes sofocaron las llamas. Gracias a su rápida actuación, el resto de pisos no se quemaron, pero el humo y las altas temperaturas causaron desperfectos en la escalera de la finca, las paredes y otros elementos comunes. El domicilio en el que vivía el okupa condenado quedó calcinado por completo.