Palma o Barcelona "y muchos otros lugares" saben lo que están viviendo. "La transformación de los espacios vinculados a la hegemonía de la actividad turística que acaba condicionando toda la vida en esos lugares". Ernest Cañada, coordinador de Alba Sub, asociación catalana especializada en investigación y comunicación para el desarrollo, describe la turistificación. Cañada y el profesor de la UIB Ivan Murray presentaron ayer en Palma un libro con un material que les "hubiera gustado tener" hace unos años.

Can Alcover fue el espacio para dar a conocer Turistificación global. Perspectivas críticas del turismo, de Icaria Editorial, en el cual los investigadores han reunido las miradas críticas de veintidós autores que hacen un diagnóstico del mundo actual, moldeado por el turismo.

Se trata de una invitación a la reflexión y al debate "porque no es que vivamos del turismo, sino que el turismo está viviendo de nosotros", afirma Cañada. "Hay que pensar quién está ganando", cuando la gente tiene que salir de sus barrios", o bien que para poder trabajar se dependa "de los psicofármacos".

Murray pone la atención en el "capitalismo que se ha dibujado tras la crisis de 2008", pues "una de las vías de salida ha sido la de la profundización de la vía turística; el turismo como bote salvavidas de la crisis", tanto a nivel estatal como a "escala planetaria". La próxima crisis, advierte el doctor en Geografía por la UIB, "podría tener también una raíz de tipo turístico, que va ligado a lo financiero, lo inmobiliario" y todas las ramificaciones que supone, alerta Murray. ¿La consecuencia? Que pegaría de lleno a "esas economías y sociedades que se han ido hiperturistificando".

"La razón de ser" de Turistificación global, continúa Murray, es que "había una narrativa hegemónica donde no se planteaba nada crítico en torno al turismo", y, por el contrario, desde el mundo académico se ensalzaban o se cuestionaban poco esas formas de producir". Y así ha sido como esas "miradas plurales" y críticas se han ido encontrando" haciendo una crítica a la turistificación desde las ciencias sociales.

Para Ernest Cañada "el éxito turístico" no se traduce en bienestar para la mayoría de la población", ya que a pesar de los récords en llegadas de turistas y pasajeros, no hay mejoras "ni en términos de ciudad, ni precios de alquiler", mientras produce "el desplazamiento de la población" y crece "la precarización laboral y social". Estamos ante "una paradoja", pues "el hecho de ser exitosos turísticamente nos condena a una vida precaria".

Así las cosas, con "realidades" como "el cambio climático que ha venido para quedarse, no quedará más remedio de que llegue "la desturistización" porque hay otras formas de viajar y de organizar el turismo, dice Murray.