“Pasarán cosas” porque una fusión de empresas como la adquisición de Air Europa por parte de Iberia “siempre tiene repercusiones”, según reconoció ayer en el Parlament el conseller de Movilidad, Marc Pons. Por ello aseguró que el anuncio hecho por ambas compañías aéreas obliga al Govern a “estar muy atentos” para que la conectividad y el empleo de las islas no se vean perjudicados.

La unión de ambas aerolíneas se convirtió en el tema estrella de ayer en la Cámara autonómica, con la presentación de cuatro preguntas formuladas desde el PP, El Pi, Vox y Més per Menorca, lo que hizo que tomaran el micrófono para abordar este tema Pons, la propia presidenta Francina Armengol y el conseller de Modelo Económico y Turismo, Iago Negueruela.

La preocupación expresada por todos estos grupos políticos fue muy similar, y se centró en las consecuencias que esta operación de compra puede tener sobre las conexiones aéreas de las islas y sobre los cientos de empleos que Air Europa genera en Mallorca.

En esta materia, lo único que los representantes del Govern pudieron avanzar es que estarán vigilantes, con dos conselleries (la de Pons y Negueruela) pendientes de los acontecimientos, a lo que se sumó la declaración de Francina Armengol respecto a que preguntó en Londres al presidente de Iberia, Luis Gallego, y a la directora general de Air Europa, María José Hidalgo, sobre sus intenciones, y que ambos le aseguraron que ni las comunicaciones ni los puestos de trabajo del archipiélago se van a ver afectados.

Según los representantes del Govern, los contactos que se están manteniendo con el Ejecutivo español y con el canario en esta materia son constantes, y se apuntó que también se han tenido reuniones con los directores de los tres aeropuertos de Balears para conocer el peso que estas aerolíneas tienen en la conectividad de las islas.

Pero hay varios puntos en los que Marc Pons insistió. Uno es que de momento lo único que se ha producido es el anuncio de la compra, y que ahora se está pendiente del informe que vayan a elaborar los organismos de la Competencia español y europeo, con el fin de determinar si existe el riesgo de que se genere realmente un monopolio en algunas rutas, a lo que se suma la aprobación de la operación por parte del Consejo de Ministros español y de la Comisión Europea.

Ver la “letra pequeña”

Por ello, el conseller de Movilidad insistió en la necesidad de ser prudentes a la espera de conocer la “letra pequeña” del acuerdo alcanzado por las dos aerolíneas. Pero insistió también en que se trata de una decisión de dos empresas privadas sobre la que el Govern no tiene competencias.

Sin embargo, Catalina Pons, de El Pi; María Salomé del PP, Jorge Campos de Vox y Josep Castells de Més per Menorca insistieron en que el Govern debe de adoptar un papel activo a la hora de buscar garantías de que las comunicaciones aéreas entre islas y con la península no se van a ver deterioradas con la unión de las dos compañías aéreas, de que los precios del billete de avión no van a subir, y de que se van a mantener los puestos de trabajo de Air Europa en Mallorca evitando un traslado de su sede a Madrid.