La UIB ha concluido el proyecto de rehabilitación constructiva y energética del edificio de Can ses Llúcies, una antigua vivienda de construcción tradicional situada en el extremo este del campus, justo en la primera entrada viniendo desde Palma.

El objetivo es que el edificio, que tiene una superficie aproximada de 250 m2 y se divide en dos plantes y su entorno más próximo (de unos mil metros cuadrados), sirvan como ejemplo de espacio sostenible, inteligente y saludable (SEIS), en el marco del programa de innovación de la Universitat, llamado SmartUIB.

Financiado con fondos europeos, el edificio se ha construido de forma inteligente y sostenible. ¿En qué se nota eso? Por ejemplo, en su nulo consumo energético, como ha indicado hoy en su inauguración Bartomeu Serra, director de la estrategia SmartUIB: "De hecho, ahora mismo genera más energía de la que consume".

Esta construcción se transformará ahora en un centro de innovación para poner el foco en temas relacionados con la formación, la orientación, el desarrollo, la edificación, la tecnología y la innovación. Para cumplir esta misión, pone a disposición de la sociedad toda una serie de actividades como un laboratorio multidisciplinario de innovación y tecnología, y un espacio habilitado para hacer charlas, cursos, seminarios y jornadas de temática referentes a los objetivos de la SmartUIB.

La construcción ha sido posible gracias a un convenio firmado entre el Govern y la UIB y ha sido cofinanciado con fondos FEDER, programa operativo 2014-2020, con un presupuesto de más de 540.000 euros.

El nuevo Centro de Innovación de la UIB se prevé que sirva tanto para la comunidad universitaria como para la sociedad en general, desde diferentes vertientes: desde la innovación y la transferencia a la demostración, pasando por la pedagogía profesional y social. Podrá ser utilizado, por los profesores y estudiantes así como por empresas interesadas en estudiar y probar modelos innovadores, según ha destacado el vicerrector, Jordi Llabrés, quien ha destacado su vocación de ser una "puerta de acceso" a la UIB. Puede ser especialmente interesante para el sector de la construcción, así como para el turístico.

La apertura de Can sus Llúcies permite la UIB disponer de una infraestructura para mejorar la innovación en el campo de la sostenibilidad en la construcción, Además permite recuperar y aumentar el patrimonio de la Universitat, mostrando a la sociedad con un caso real "que es posible construir (tanto obra nueva como rehabilitación) de una manera más eficiente y con criterios de sostenibilidad y de salud". Una experiencia que, desde la dirección del programa SmartUIB, puede ser exportable al sector turístico, no tan solo por el impacto pedagógico y de formación en la industria, sino para avanzar hacia el concepto de la mejora del turismo sostenible.

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