El 10-N dejó un mapa electoral en la part forana con una tonalidad tendente al equilibrio político en comparación con la convocatoria de abril. El PSOE fue el partido más votado en 24 municipios (entre ellos, las grandes capitales de comarca), frente a los 34 en que dominó en los comicios del 28-A. El PP quedó en segundo lugar, pero tuvo una evolución al alza ganando también en 24 municipios (venció en 18 en la pasada cita electoral) y recuperando una posición de dominio en plazas importantes como Felanitx y Bunyola.

Vox, segunda fuerza en Inca, Llucmajor y Marratxí, protagonizó el crecimiento más espectacular de la noche electoral a costa de un Ciudadanos, que, simplemente, se desplomó. Y Podemos-EUIB mantuvo el tipo e incluso se alzó con la victoria en cuatro municipios (Lloret de Vistalegre, Santa Maria, Esporles y Vilafranca). La formación morada compartió triunfo con el PSOE en Deià, donde ambos partidos empataron a 50 votos.

MUNICIPIOS

Palma

Llucmajor

Calvià

Andratx

Estellencs

Valldemossa

Puigpunyent

Santa Maria

Marratxí

Sa Pobla

Santa Eugènia

Lloret

Costitx

Sóller

Maria de la Salut

Campanet

Consell

Fornalutx

Esporles

Pollença

Santa Margalida

Selva

Sencelles

Escorca

Inca

Lloseta

Llubí

Muro

Mancor de la Vall

Deià

Sineu

Bunyola

Banyalbufar

Búger

Algaida

Binissalem

Alcúdia

Alaró

Vilafranca

Sant Llorenç

Son Servera

Sant Joan

Santanyí

Ses Salines

Porreres

Petra

Montuïri

Manacor

Felanitx

Capdepera

Campos

Artà

Ariany

Los grandes municipios de la isla -como Calvià, Inca y Manacor- siguieron un patrón electoral muy parecido que puede resumirse en las siguientes ideas. Primera idea: los socialistas se hicieron con la victoria, aunque con menor holgura que en las pasadas elecciones.

Ahí está el ejemplo de Calvià, donde los socialistas se dejaron en apenas cinco meses cerca de 800 votos, y el PP recuperó la segunda plaza que había perdido en la anterior convocatoria, aunque siente de cerca el aliento de Vox, que pasó de 2.530 a 3.296 sufragios.

Caída de Ciudadanos

La debacle de Ciudadanos -otra de las grandes constantes de la noche en los pueblos de la isla- se evidencia en toda su intensidad en Calvià. En ningún municipio de la part forana pierde tantos votos Cs como en este término: entre ambas convocatorias electorales, se deja hasta 2.437 sufragios, quedándose en un 8,4% de apoyos. Pasa a ser la quinta fuerza política cuando el 28-A fue la segunda, rebasando al PP.

La sangría de votos de la formación naranja fue notable también en Inca y Manacor, con pérdidas entre los 1.600 y los 1.700 sufragios, respectivamente. La capital de la comarca del Raiguer, donde los socialistas cosecharon otra victoria, fue el exponente de la pujanza de Vox. Con un 22,6% de los votos, se aupó a la segunda posición, desbancando a los populares. No es el único gran municipio de la isla en que la formación de ultraderecha dio la campanada. En Llucmajor, donde los socialistas ganaron pese a perder más de 600 votos respecto a la cita del 28-A, Vox se hizo con el segundo puesto, pasando de 2.424 a 3.366 sufragios. Un resultado con el que se quedó a menos de 300 votos del PSOE.

En otra de las grandes capitales de comarca, en Manacor, el PSOE, en línea con la tendencia general, tuvo una ligera caída de votos y el PP estrechó las diferencias, llegando a los 3.249 sufragios (por 3.468 de los socialistas).

Municipios perdidos por el PSOE

En total, hay once municipios de la isla en que los socialistas dejaron de ser la fuerza más votada. En unos casos, como Lloret, Santa Maria y Esporles, lo hizo en beneficio de Podemos-EUIB. En otros, fue el PP el que tomó el relevo como partido hegemónico. Sucedió así en Selva, Sóller, Sant Llorenç, Ses Salines, Santa Margalida, Bunyola y Felanitx. Las buenas noticias para los socialistas, además del mantenimiento del cinturón metropolitano de Palma (Calvià, Marratxí, Llucmajor...), le vienen de otros municipios como Búger, en los que se alzó con la victoria, aunque lo hizo por un estrecho margen electoral (apenas cinco votos de diferencia con los populares).

El Partido Popular, por su parte, únicamente pierde su posición de dominio en un municipio respecto a la anterior convocatoria electoral, en que ganó en 18 localidades. Se trata de Vilafranca, donde cede la hegemonía a Podemos-EUIB.

El PP recuperó su tradicional pulso electoral en zonas concretas de Mallorca, como la Serra de Tramuntana, donde tiene algunos de sus diferentes feudos en las elecciones tanto municipales como generales.

Son los casos de Fornalutx, Escorca y Estellencs, recuperando además en esta ocasión su posición de dominio en importantes municipios como Bunyola o Sóller y afianzando el Migjorn.

Votos totales

Centrando el análisis en la cifra global de votos en la part forana, el PSOE acabó como fuerza más votada con 47.074 sufragios. Le siguió muy de cerca el Partido Popular, con 44.834 votos.

A continuación, se situó Vox, que cosechó 33.398 apoyos, consolidándose como tercera fuerza política en los pueblos de la isla. A una estrecha distancia de la formación de ultraderecha, se colocó Podemos-EUIB, con 33.166 votos recabados en los municipios de la isla.

Ciudadanos se desplomó hasta la quinta posición global, consiguiendo sólo 13.043 sufragios. A unos 2.000 votos se situó Més-Esquerra, que en las elecciones de ayer dejó de ser la fuerza más votada en Llubí a diferencia de lo que había sucedido en la cita electoral del 28 de abril.

El efecto Íñigo Errejón tampoco se hizo notar en exceso en la part forana. La candidatura que él lideraba a nivel estatal, Más País, se quedó con 3.911 votos en los pueblos, seguido a poca distancia por PACMA.